Morcilla de caldera
Si te gustan los sabores tradicionales de la cocina española, no puedes perderte esta receta de morcilla de caldera. Aquí te dejamos el paso a paso.
Andrajos de Jaén
Morcilla de arroz al estilo de Burgos
Revuelto de morcilla
La morcilla de caldera es uno de esos platos tradicionales de Jaén que definitivamente nunca podrán ser superados, tanto por la sencillez de su preparación como por su increíble sabor. Esta morcilla es tan especial porque es escaldada en una caldera antes de ser embutida, lo que le otorga un sabor característico. Es perfecta para servir como una tapa acompañada de pimentón y compartir con los amigos y familia. ¿Cómo disfrutar de esta receta en casa? Te contamos más.
En contra de lo que muchas personas puedan creer, la morcilla es un alimento que también proporciona interesantes beneficios para la salud, aunque siempre debe ser consumida con moderación. No en vano es considerada un súper alimento. ¿Las razones? Es rica en proteínas y minerales como magnesio, zinc, vitamina B12, calcio, selenio, potasio. Junto a ello, se trata de un alimento bajo en carbohidratos.
Es un alimento que consumido en su justa medida puede proporcionar importantes beneficios a la salud en general. Entre sus múltiples beneficios, está recomendada la morcilla para las personas que sufren de anemia porque gracias a su alto contenido de hierro, ayuda a generar nuevos glóbulos rojos. También al ser rica en proteínas, ayuda a la formación de los músculos y reduce las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Además de los beneficios anteriores, es un alimento apto para diabéticos.
Ingredientes:
Cómo hacer la morcilla de caldera:
- Picar las cebollas en trozos y rehogarlas en la sartén a fuego lento con aceite de oliva. Una vez comiencen a tomar color, escurrir el aceite y reservar.
- Cocer el arroz con agua y sal.
- Colocar en una cacerola grande las cebollas, el arroz cocido, la sangre y la manteca de cerdo ibérico. Poner a fuego lento.
- Anadir al conjunto los aliños, pimentón dulce, la pimienta blanca, nuez moscada y sal.
- Cocer a fuego lento, a medida que vamos moviendo continuamente.
- Tendrá que cocer como un par de horas, cuando falte un rato para terminar se añaden los piñones, enteros o en trozos, como se prefiera.
- El resultado final será una pasta para untar. Iremos removiendo el conjunto cada cierto tiempo, para evitar que se pegue.
Esta morcilla de caldera es una auténtica delicia y sumamente fácil de preparar. Lo mejor es que a casi todo el mundo le gusta su increíble sabor. Es una delicia que definitivamente debes hacer en casa, ¿te animas?