Empanada frita de queso, receta de un aperitivo digno de los dioses

Esta empanada frita de queso es una receta de un aperitivo digno de los dioses, cremoso por fuera y cremoso por dentro. Con una sencilla combinación de sabores conseguiremos el acabado perfecto que nos garantiza el placer en estado puro. Todos los amantes del queso disfrutarán de su ingrediente favorito en estado puro, fundido y cremoso, vamos a degustar un aperitivo o tapa de los que impresionan a más de uno. Lista en unos minutos y con el exterior crujiente que estamos buscando, cocinaremos un bocado impresionante muy fácil de preparar, toma nota de esta receta de empanada frita de queso.

Ingredientes:

Cómo preparar empanada frita de queso:

1. La materia prima es lo que marcará el éxito más rotundo de esta receta, es importante que tengamos en cuenta que se trata de un plato en el que el queso será el protagonista absoluto.
2. Escoger el queso que más nos guste será el gran reto de una receta marcada por la cremosidad de esta base.
3. Podemos hacer unas empanadas tipo cata de queso, colocando varias variedades de tipos de queso.
4. Un queso azul, un poco de roquefort, cabrales o incluso un manchego de esos que impresionan todo es posible.
5. La masa de las empanadillas la vamos a cocinar al momento, aunque podríamos hacer una receta exprés con una masa ya lista.
6. Tengas tiempo o no, disfrutarás de uno de esos platos que impresionarán a más de uno con unos pocos ingredientes y mucho amor.
7. Ponemos a calentar el agua en una cacerola pequeña hasta que hierva, para hacer este tipo de masa es mejor que esté caliente, los ingredientes se fundirán más rápidamente.
8. Mientras se calienta el agua, pondremos a derretir la manteca en una sartén, a fuego medio. Apagaremos cuando la sartén empiece a humear, de esta manera estará todo listo para hacer la masa.
9. Seguiremos con la harina, la vamos a tamizar para que nos quede una masa más suave, colocamos la harina dentro de un bol grande.
10. Hacemos un hueco en el medio y agregamos allí la manteca caliente y vamos mezclando hasta que empiece a coger textura.
11. A continuación, agregamos poco a poco el agua caliente al bol con la harina y la manteca, será le encargada de darle la textura adecuada.
12. La manteca y el agua deben agregarse calientes, de esta manera la harina se ira cocinando y no tenga ese molesto sabor a crudo.
13. Así, al momento de freír se tardará menos y absorberá menos aceite, serán unas empanadas light, el queso ya es suficientemente graso.
14. Agregamos la sal y el azúcar a la masa. Es importante que no quede pegajosa, de esta manera será más fácil de trabajarla.
15. Amasamos durante unos 10 minutos hasta que quede una masa lisa, podemos usar un rodillo hasta que se extienda perfectamente y nos queden una masa finita.
16. Enharinamos la mesa de trabajo y vamos estirando y dando forma a la masa. Con la ayuda de un cuchillo, cortamos los trozos del mismo tamaño.
17. Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite, para freír unas empanadillas correctamente debe estar muy caliente.
18. Mientras se calienta el aceite, estiramos cada trozo de masa hasta que quede lo más fina y maleable posible.
19. Cuando esto ocurra, agregamos queso rallado en la mitad. Cerramos toda la empanada uniendo sus extremos.
20. Nos ayudamos de un tenedor para sellar los bordes, es importante que el queso no se nos escape del interior de las empanadillas.
21. Cuando el aceite esté bien caliente, añadimos la empanada y la freímos durante 20 segundos por cada lado.
22. A medida que las tenemos listas, las colocamos sobre papel absorbente, de esta manera nos quedará un aperitivo de lujo con el mínimo esfuerzo posible.
23. Podemos ponerle un poco de sésamo por encima para aportarle un toque crujiente. De esta manera conseguiremos el acabado ideal que buscamos.
24. Si optamos por una versión light, conseguiremos un efecto similar, colocando las empanadas al horno pintadas en huevo.
25. Es una forma más ligera de crear un aperitivo de los que marcan un antes y un después, con estas empanadas no podemos fallar.
26. Unas aceitunas, un poco de embutido y un buen vino blanco, las posibilidades son enormes con esta combinación de ingredientes maravillosos.

Todo el mundo sabe lo sabrosas que son las empanadas fritas, con esa masa crocante que tanto apetece y que a tantos atrae. ¿Qué mejor que prepararlas en casa? Empieza a hacer tus propias empanadas y ponles tu sello personal. Puedes acompañar con algún tipo de salsa. Puedes experimentar con alguna mezcla de dulce y picante. No esperes más.