Receta para elaborar mantequilla de anacardo
Las mantequillas de frutos secos destacan por su sabor e intensidad de aromas. ¿Sabes cómo elaborar mantequilla de anacardo? Aquí te lo contamos.
Los anacardos, cuyo nombre científico es Anacardium occidentale, se conocen también como cayú, cajú, merey, nuez de la India, marañón o caguil, entre otros. Son originarios del sur de Venezuela y el nordeste de Brasil. Muchos de sus componentes se utilizan en gastronomía, cosmética y farmacéutica. Es considerada una semilla muy nutritiva, de ahí que saber cómo elaborar mantequilla de anacardo ayude a tener una alimentación mucho más sana.
La difusión del anacardo se produjo gracias a los colonizadores portugueses, que los transportaron a la India en 1568, y de allí esta semilla pasó al sudeste asiático y luego a África, ya en la segunda mitad del siglo XVI. La India fue el principal exportador de anacardo hasta entrada la II Guerra Mundial, y en Brasil se creó a mediados de los años 50 un campo experimental del Instituto de Investigación y Experimentación Agropecuaria del Nordeste. Donde se sembró anacardos para estudiarlos.
En años posteriores se hicieron programas en Brasil para optimizar los frutos y reducir el tiempo de cosecha, realizando injertos de plantas jóvenes en plantas adultas. Todo ello originó que, a comienzos del siglo XXI, el anacardo experimentase un aumento en su producción y exportación, y se convirtiese en uno de los alimentos más demandados a nivel mundial. El fruto tiene dos partes: el pseudofruto y la semilla o nuez. A este pseudofruto se le llama manzana de cajú, y se utiliza para hacer mermeladas, jaleas, dulces, gelatinas e incluso jugo, y se consume igualmente como fruto seco.
En el mercado se vende y se utiliza más la nuez, que se conserva mejor (sobre todo porque hay muy poca información sobre el fruto del anacardo). Tiene forma de riñón de 3 a 5 cm, y es donde se ubica la semilla. Tiene también diversos usos en diferentes industrias, tales como la química (para producir materiales plásticos, barnices o aislantes), la medicina (materia prima para medicamentos) o la gastronómica.
Aportes nutricionales del anacardo
El anacardo posee muchísimas propiedades nutricionales, aunque también tiene un alto contenido calórico (por eso se recomienda un uso moderado en la dieta) pero inferior al de las almendras o nueces. Su contenido en ácidos grasos poliinsaturados, monoinsaturados y saturados se encuentra en un rato de 1:2:1, ideal según los nutricionistas: tiene el doble de ácidos grasos monoinsaturados, los mejores para el sistema cardiovascular. Además, su consumo regular y moderado controla los niveles de triglicéridos y colesterol.
El valor antioxidante de este fruto seco es altísimo gracias a su contenido en fitoesteroles, escualeno y tocoferoles, compuestos todos que mejoran también la salud del corazón. Asimismo, es el alimento que más contiene triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, necesario para la sensación de bienestar, controlar la ansiedad, regular el apetito, la temperatura corporal y los ritmos circadianos, que determinan los ciclos de descanso nocturno y la vigilia.
Por último, decir que el anacardo contiene altos niveles de magnesio y cobre, y porcentajes significativos de hierro, selenio y fósforo; asimismo, su aporte proteico es notable: 100 gramos de anacardos tienen 15 gramos de proteína y sus aminoácidos son altamente asimilables por el organismo. Cuando se elabora mantequilla de anacardo se potencian todas sus propiedades, y si se sustituye por otras mantequillas para hacer cualquier tipo de recetas, no solo se aumenta su sabor sino su contenido nutricional.
Ingredientes:
Cómo preparar la mantequilla de anacardos:
- Poner en el robot de cocina o procesador los anacardos crudos, y molerlos por dos o tres minutos.
- Detener durante un minuto y volver a moler por otros 2 o 3 minutos.
- Repetir la operación al menos 10 veces, hasta que la mantequilla empiece a formarse.
- Estará lista la mantequilla cuando la textura sea lisa, en forma de pasta untable, fácil de manejar.
Prepara la mantequilla de anacardo con las semillas crudas, sin tostar ni freír, y por supuesto, sin sal añadida. Puedes untarla sobre galletas y tostadas, pero también sirve, y mucho, en sustitución de la mantequilla para preparar cualquier tipo de dulce o receta que la lleve, y para realzar salsas o combinar con otras frutas.
Sin embargo, puedes tostar las semillas un poco en el horno, y agregarles un punto de aceite de oliva (1 o 2 cucharadas) al molerlas, lo cual le aportará una textura aún más suave y fácil de digerir, pues el aceite ayudará a que la mantequilla no esté tan seca. También puedes añadirle una cucharadita de sal, pero no mucha para no disminuir su valor nutricional. Si optas por agregar aceite de oliva y sal, hazlo durante las últimas veces de la molida.
Es una buena idea guardar la mantequilla en botes herméticos dentro de la nevera, y te aguantará con holgura una o dos semanas. Es una opción muy saludable por sus grasas saludables, y su sabor enriquece cualquier preparación. La mantequilla de anacardo es una manera deliciosa de cuidar la salud de toda tu familia, aportando de energía y nutrientes.