Palma vive estos días atrapada en un misterio que no deja indiferente a nadie. Más de 400 personas, de todas las edades, nacionalidades y condiciones sociales, se congregaron este pasado domingo por la tarde para seguir los pasos de un personaje tan silencioso como magnético: el hombre de la máscara del rayo azul.
Marisco, rosbif y cóctel de gambas mientras Ibiza aprieta el cinturón. El menú navideño previsto para los menores extranjeros no acompañados (menas) del centro de acogida de Sa Coma ha provocado una oleada de indignación en la isla en plena campaña navideña, marcada por la subida de precios, la precariedad y familias que reconocen no poder permitirse celebraciones como las de otros años. Langostinos, patitas de cangrejo, carnes rellenas, arroz de pescado y marisco y una sucesión de postres propios de un banquete festivo. No se trata de la carta de un restaurante exclusivo ni de una comida de empresa, sino del menú que disfrutarán durante todas las fiestas los menas internos en el centro.
Agresiones físicas, insultos y gritos componían el día a día de un niño de apenas siete años, atrapado durante meses en un auténtico infierno de violencia doméstica. Era su propia madre quien, supuestamente y de forma reiterada, descargaba sobre él golpes, amenazas y humillaciones, aprovechando la ausencia de la otra progenitora del menor, de la que se había separado años atrás. Según la denuncia interpuesta ante la Policía Nacional a la que ha tenido acceso OKBALEARES, los episodios se repetían de manera sistemática en la vivienda que compartían, situada en una popular barriada de Palma.