Receta de Turrón salado de queso y frutos secos
Si no eres mucho de dulce, pero te apetece disfrutar de un turrón diferente, apunta los pasos de este turrón salado de queso y frutos secos. Disfruta de su intenso sabor.
El turrón salado de queso y frutos secos es perfecto como aperitivo, acompañado de tostas, galletas y rebanadas de pan rústico. Para los días festivos y para ocasiones especiales, servir una tabla con este turrón ayuda a ganar una presentación impecable en la mesa, pues el resultado es esta especie de masa, que por su tamaño y forma rectangular recuerda a los tradicionales turrones que consumimos en Navidad. Y por el color, ya que es igualmente blanco, salpicado de almendras, nueces o pistachos.
Suele elaborarse este turrón con queso camembert, uno de los más famosos quesos de la gastronomía francesa, célebre por su pasta blanda, corteza enmohecida y característico sabor. El camembert se hace con leche fresca de vaca de las regiones normandas, y debe su nombre a la pintoresca ciudad de Camembert, situada al noroeste de Francia, que fue el lugar donde se elaboró por primera vez. Su historia se remonta a la revolución Francesa: un sacerdote perseguido, natural de la ciudad de Brie, tuvo que refugiarse en la casa de un agricultor en tierras de propiedad de Marie Harel. En agradecimiento, el sacerdote enseñó a Marie Harel a hacer el queso cremoso del modo en que lo hacían en Brie.
Por eso la elaboración del camembert es una combinación de las técnicas antiguas usadas en Brie; a pesar de su fama nacional e internacional, hoy en día muy pocos productores de camembert hacen el queso con la fórmula original de leche cruda y técnicas utilizadas por Marie Harel. La corteza de este queso es esponjosa, blanca y estriada, salpicada a veces por pigmentos naranjas o rojos de variada intensidad, que depende del tiempo de maduración. La pasta inferior es de un suave color marfil y muy cremoso, que también depende del grado de madurez. Por eso es el queso ideal para elaborar el turrón salado de queso y frutos secos, porque su textura y aroma son inigualables, con un toque dulzón de hongos.
A pesar de las calorías, este turrón es rico en nutrientes, no solo por los productos lácteos (queso camembert, nata y queso crema) sino por los frutos secos que lleva. Todos los ingredientes tienen altos contenidos de proteínas (animales y vegetales), aunque también de grasas. En el caso de las almendras, nueces y pistachos, estas grasas son saludables mono y poliinsaturadas (con ácidos grasos omega 3 y 6), y el contenido en minerales y vitaminas es notable, sobre todo del grupo B y la E, considerada una vitamina antioxidante.
Ingredientes:
Cómo preparar el turrón salado de queso y frutos secos:
- Escoger un molde rectangular de 18 x 9 cm, y forrarlo con papel film.
- Con un cuchillo, raspar suavemente el queso camembert para retirar la capa blanca que cubre su corteza.
- Cortar el queso en trozos.
- En un cazo alto, poner a fuego moderado el queso camembert ya troceado con la nata, remover constantemente hasta fundir (no debe hervir).
- Retirar el cazo del fuego, agregar el queso crema y triturar con la batidora hasta obtener una mezcla sin grumos, uniforme y lisa.
- Añadir los frutos secos y mezclar bien con espátula. Salpimentar (si alguno de los frutos secos ya viene con sal, rectificar solamente).
- Verter la mezcla en el molde, alisar la superficie con un cuchillo o con una espátula, taparlo con papel film (pegado a la superficie de la mezcla) y meterlo en la nevera un mínimo de dos horas.
- Desmoldar con cuidado y servir.
Cuando prepares este turrón salado de queso y frutos secos, puedes optar por incorporarle las nueces, almendras y pistachos enteros, o también puedes darles un golpe de trituradora, para que queden toscamente troceados. Si quieres hacer la receta doble porque tienes muchos invitados y necesitas rellenar dos moldes, utiliza dos ruedas de camembert, el doble de nata y queso crema y añade 20 gramos más a cada uno de los frutos secos.
Ten cuidado con la sal, no vayas a pasarte. Es preferible comprar los frutos secos sin sal añadida, que además son más sanos. El toque de pimienta, aunque no todo el mundo lo añade, le da un aire más gourmet y nunca combina mal. Esta preparación es estupenda como aperitivo, solo basta con que cortes el turrón en láminas delgadas y estas a su vez en cuadrados, y acompañes con galletas, tostas de pan o grisinis.
No queda sino degustar esta delicada combinación en compañía de amigos y familiares, con una buena charla y una botella de buen vino tinto, de los tantos que hay en nuestro país. Una opción navideña, pues se trata de un producto similar al turrón, pero omitiendo los azúcares y otros aditivos.