Pizza barbacoa casera

• 400 gramos de harina
• 200 mililitros de agua
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• Una pizca de sal

Elaboración:

Comenzamos preparando la masa. Para ello, echamos la harina en un recipiente, mezclándola con la sal. Acto seguido, hacemos un volcán con ella y en el centro, en el cráter, echamos el agua y el aceite de oliva virgen extra.

Amasamos todos los ingredientes hasta que se forme una pasta compacta y homogénea. Nos daremos cuenta que la mezcla está bien amasada cuando no se nos peque a los dedos de las manos. Esperamos a que repose unos minutos y cortamos la masa en varios trozos, tantos como bases de pizza queramos elaborar. El número y el tamaño de los trozos dependen de nuestro gusto,  pizzas más grandes, menos gruesas…

Sobre una superficie lisa y firme, como la encimera de la cocina, espolvoreamos un poco de harina y colocamos un trozo de masa. Empleando un rodillo lo estiramos bien hasta que adquiera la forma que deseamos. Repetimos el proceso con todos los trozos.

Calentamos un chorro de aceite de oliva virgen extra en una sartén al fuego. Pelamos y picamos la cebolla muy fina y la pochamos en el aceite. Pasados unos minutos incorporamos la carne picada,  la sofreímos un poco y le echamos medio vaso de vino blanco. Dejamos que se consuma la mezcla un poco durante unos 10 minutos.

Echamos en la sartén el tomate triturado, la salsa barbacoa y corregimos el punto de sal y pimienta.  Bajamos un poco la intensidad del fuego y dejamos que la salsa reduzca.

Cubrimos las masas de pizza con el relleno de la sartén, espolvoreando con queso rallado emmental y orégano. Las colocamos sobre un papel vegetal y las introducimos en el horno precalentado a unos 180 grados.

Esperamos unos 10 o 15 minutos, según la potencia y características del horno y retiramos. Consumimos rápidamente para disfrutar de esta pizza barbacoa típicamente americana.