Pimientos de padrón al horno
Los pimientos de padrón al horno tienen su origen en un pueblo gallego que los da precisamente ese nombre, Padrón. Son una de las muchas clases que nos ofrece esta interesante verdura. Con unos principios en América Central, lo mismo que el resto de clases de pimientos, se fueron introduciendo en Europa a lo largo del siglo XV.
Hay una frase popular que se suele repetir mucho por la zona de su origen y por toda España, que consiste en que los pimientos de padrón, “unos pican y otros no”. En cualquier caso, la elección de unos u otros dependerá del gusto del cocinero o la tolerancia de los comensales al toque picante.
Propiedades de los pimientos del padrón al horno
Junto a su sabor y color, hay que destacar muchas más propiedades nutritivas. Tienen un aporte muy interesante en fibra, con todos los beneficios que se deriva de ello. Además, nos ofrecen un buen porcentaje de vitamina C, tres veces superior a la de algunos cítricos, como la naranja.
Junto a lo anterior, estos pimientos contienen ácido fólico, caroteno, magnesio, potasio e incluso un toque de vitamina E. En cuanto a sus grasas, son prácticamente inapreciables: están en torno a 20 kcal/100g. Hay que recordar su atractivo sabor picante, gracias a que contienen sustancias como la capsaicina.
Su elaboración más característica es fritos, y sobre todo con aceite de oliva virgen extra. Antes de servir, se espolvorean con sal gruesa. Esta forma de cocinado aporta un toque extra de energía a los pimientos, que puede superar las 250kcal/100 g. Son excelentes para un bocado o tapa, pero no conviene abusar de ellos, sobre todo si la fritura ha sido su forma de preparación. La alternativa es hacerlos asados.
Receta de pimientos del padrón al horno
Ingredientes:
Elaboración:
- El primer paso consistirá en lavar bien los pimientos, secarlos y colocarlos en un recipiente que sea apropiado para soportar altas temperaturas.
- Echar sobre ellos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y sal gorda. Aunque esta receta es ideal con un buen toque salado, dependerá del gusto de los comensales el grado de sal aportado.
- Precalentar el horno a 180 grados.
- El horneado de los pimientos no debe ser muy agresivo (en torno a los 150ºC), pues su piel es sensible. Unos quince minutos serán suficientes.