Alubias blancas de Karlos Arguiñano: receta casera y nutritiva

Alubias blancas de Karlos Arguiñano: plato de cuchara completo, sabroso y muy fácil de preparar. Anota los pasos y disfruta cocinando.
Recetas con alubias
Alubias a la hortelana
Ensalada de alubias
Hay platos que saben a hogar, a fuego lento y a mesa familiar. Las alubias blancas son uno de ellos. Su aroma mientras se cocinan llena la cocina de recuerdos, y su sabor, suave y reconfortante, demuestra que la sencillez también puede ser exquisita. En manos de Karlos Arguiñano, este clásico de la cocina española se convierte en un plato completo, lleno de nutrientes y del cariño que siempre transmite su forma de cocinar.
Arguiñano es fiel a su filosofía: ingredientes sencillos, tiempo y mimo. En sus programas lo repite con frecuencia: no hace falta complicarse para comer bien. Las legumbres, dice, son una joya de la dieta mediterránea. Las alubias blancas, en concreto, son fuente de proteínas vegetales, fibra, hierro y magnesio, además de ser económicas y muy versátiles.
La importancia de la calidad
Para preparar este guiso, el cocinero aconseja escoger alubias de buena calidad, como las de Tolosa o las “de la Granja”, y dejarlas en remojo la noche anterior. Ese paso, aunque sencillo, es fundamental para que queden tiernas y cocinen de forma uniforme. Al día siguiente, se escurren y se colocan en una cazuela grande con agua fría, un chorrito de aceite de oliva, una cebolla pelada, un diente de ajo, una hoja de laurel y, si se quiere, un trozo de zanahoria o de puerro para dar más sabor.
Preparación
Cuando el agua empieza a hervir, Arguiñano recomienda “asustar las alubias”: añadir un poco de agua fría para romper la cocción y conseguir que la piel quede más fina. Después, se dejan cocer lentamente durante una hora y media aproximadamente, sin remover en exceso, para que el caldo espese por sí solo.
En la versión más tradicional, Karlos añade chorizo, morcilla o panceta, lo que da un sabor profundo y contundente. Pero también ofrece una alternativa más ligera, solo con verduras, ideal para quienes prefieren una comida saludable sin renunciar al gusto. En ambos casos, el secreto está en el ritmo: este plato no entiende de prisas. El fuego lento permite que los sabores se integren y que las alubias queden suaves, casi cremosas.
Al servirlas, basta un poco de pan y un chorrito de aceite de oliva virgen extra para completar el plato. Son perfectas para los días fríos o lluviosos, cuando el cuerpo pide algo caliente y nutritivo. Y, como buen guiso, están aún más ricas al día siguiente, cuando los sabores terminan de asentarse.
Más que una receta, las alubias blancas de Karlos Arguiñano son una declaración de amor a la cocina de siempre: esa que se hace sin prisas, que alimenta el alma y que reúne a la familia alrededor de la mesa.
Información suplementaria
Tiempo de preparación: Aproximadamente 2 horas y 15 minutos, contando el remojo previo y la cocción lenta.
Porciones: Entre 4 y 6 raciones.
Información nutricional (por porción):
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Calorías: 350–400 kcal aprox.
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Proteínas: 18 g
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Grasas: 10–12 g
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Hidratos de carbono: 50 g
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Fibra: 12 g
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Azúcares: 2 g
Calorías totales del guiso completo: Entre 1.800 y 2.200 kcal, según los ingredientes elegidos (con o sin embutido).
Tipo de cocina: Tradicional española, con raíces vascas.
Tipo de comida: Plato principal o guiso de cuchara, ideal para comidas familiares o de invierno.