Recetas de Frosting de queso y nata
El frosting de queso y nata es un complemento ideal para una gran variedad de postres, toma nota de cómo se prepara y dale a tus dulces un acabado de profesional de la repostería.
El frosting de queso y nata es perfecto para decorar todo tipo de dulces. Podemos crear el complemento ideal que dará la nota de dulzor a cualquier receta un poco más especial. Crearemos unos bizcochos, magdalenas o galletas dignas de un maestro repostero. Con esta base de frosting muy fácil de preparar le daremos especial protagonismo al queso. El típico bizcocho de zanahoria puede quedar aún más bueno si le ponemos por encima una capa de este frosting con unas almendras picadas. También conseguirá que destaquen unos muffins de chocolate convencionales. La infinidad de recetas con las que podemos fusionar esta receta es enorme, toma nota de cómo se cocina un delicioso frosting de queso y nata paso a paso.
Ingredientes:
Cómo preparar un frosting de queso o nata
- En este caso hemos utilizado un queso mascarpone queda mucho más cremoso y es un tipo de queso perfecto para postres. Si queremos cocinar un frosting más ligero podemos ponerle la misma cantidad de queso para untar. No será tan intenso, pero cumplirá a la perfección su papel de complemento ideal.
- Ponemos el mascarpone en un bol y empezaremos a batirlo. Lo idea es tener lista una batidora con las varillas eléctricas, queda mucho mejor y no cansa tanto, el resultado se nota mucho más trabajado.
- Le añadimos al mascarpone el azúcar glass. Para evitar que queden grumos habremos tamizado el azúcar previamente. Simplemente pasándolo por un colador a medida que vamos incorporándolo al queso estaremos haciendo lo necesario para que este frosting quede más fino y delicado.
- Cuando tenemos el azúcar glass y los mascarpone perfectamente integrados, seguiremos con la nata o la crema para batir. Ambos ingredientes se parecen muchísimo, uno quedará más contundente, lo ideal es la nata, aunque si nos apetece un frosting más ligero usaremos la crema para batir.
- Incorporamos la nata a los dos ingredientes anteriores sin dejar de batir. La nata deberá montarse a medida que se mezcla con el resto de los sabores para que de esta manera se cree el frosting perfecto.
- Dejaremos que se batan todos los ingredientes unos minutos hasta tener una consistencia adecuada, es mejor que no estén muchos minutos o se podría cortar la nata y quedarnos demasiado líquido.
- Tendremos listo un frosting preparado para decorar una gran variedad de dulces. Atrévete a probarlo, su sabor te sorprenderá.