Receta de Tarta de patata y almendra
¿Estás buscando una tarta sin harina y sin gluten? Apunta esta receta de tarta de patata y almendra, te sorprenderá su exquisito sabor.
La tarta de patata y almendra tal vez resulte un tanto extraña para algunos, sobre todo al asociarla con el sabor dulce. La verdad es que es un postre nutritivo, lleno de ingredientes naturales y de un intenso sabor. Hay que recordar que en la actualidad se solía utilizar la patata en sustitución de la harina cuando esta faltaba. Y hoy en día, ante la creciente ola de intolerancia al gluten, se presenta de nuevo esta tarta como una alternativa apta para celíacos.
Hay que tratar este postre con cierto cuidado, pues el tiempo de horneado puede resultar algo más largo (dependiendo del horno, claro) y para desmoldarla hay que esperar a que se enfríe completamente, pues si aún está caliente puede desmoronarse. Con estas precauciones, la tarta de patata y almendra es perfecta y queda riquísima. El resultado será una torta dulce y húmeda muy apetitosa con una espectacular cubierta de almendras tostadas. Si sobra algo de tarta, es recomendable envolverla en papel film y refrigerarla.
Ingredientes:
Cómo preparar la tarta de patata y almendra:
- Precalentar el horno a 160° C.
- Pelar las patatas, trocearlas y cocerlas en agua con sal hasta ablandar. Escurrir y dejar enfriar.
- Separar las yemas de las claras, y reservar estas últimas.
- Aplastar las patatas con un tenedor y en un bol ponerlas con la mantequilla, las yemas de huevo, el azúcar, la almendra molida, la vainilla, la ralladura de limón y la sal.
- Batir bien con varillas.
- Aparte, montar las claras de huevo a punto de nieve.
- Añadir las claras a la masa de patatas y mezclar bien con movimientos envolventes.
- Engrasar un molde de 20 cm de diámetro y cubrir el fondo con la almendra en trozos, cuidando de presionar bien para que quede compacta.
- Verter toda la mezcla y hornear aproximadamente una hora o hasta que esté lista: cuando se meta una aguja o una brocheta y salga limpia.
- Sacar del horno y dejar reposar hasta que esté completamente fría.
Puedes adornar esta deliciosa tarta de patata y almendra con azúcar glas, pero la cobertura crujiente de almendras tostadas ya será pos sí muy vistosa. Por dentro estará suave y esponjosa, y el sabor a patata no lo notarás.