Receta de Buñuelos de pescadilla

Los buñuelos son una masa elaborada con harina, leche y huevos que se puede terminar frita o al horno. Se puede rellenar de ingredientes dulces o salados, como los buñuelos de pescadilla o los de manzana. Es un dulce típico español, aunque Catón ya hablaba de estas masas fritas mediterráneas en el siglo II a.C. En Granada y Sevilla eran típicos los buñuelos fritos y cubiertos de miel, y fueron adoptados como dulces en sus menús de fiesta por los habitantes que quedaron tras la expulsión de los moriscos.

En cuanto a los buñuelos rellenos de pescado, el más habitual es el bacalao, que constituye el más común entre los países del arco mediterráneo, variando ligeramente su preparación según el país. También se pueden hacer de gambas u otro tipo de pescados, así como de verduras, como calabacín o berenjena. Se desmiga la carne del pescado elegido, se mezcla con harinas o almidones, huevo y se fríe.

Ingredientes:

Cómo preparar los buñuelos de pescadilla:

1. Confitar la cabeza de ajos cortada por la mitad en abundante aceite de oliva. Reservar este aceite para freír los buñuelos.
2. Desmigar la pescadilla ya hervida en agua con sal. Desechar las espinas y reservar la carne.
3. Mezclar la carne de pescado con los huevos batidos, 3 dientes de ajo picado, perejil picado, sal y pimienta. Si es necesario, agregar algo del agua de la cocción de la pescadilla.
4. Añadir 10 gramos de levadura y un poco de harina, la necesaria para que quede una masa algo consistente. Reposar unos 10 minutos.
5. En una sartén grande, poner el aceite de los ajos confitados. Cuando esté bien caliente, echar la masa de a cucharadas para formar los buñuelos.
6. Freír hasta que estén dorados. Cuando se inflen estarán listos.
7. Reservar en papel absorbente para que los buñuelos queden lo más escurridos posible de grasa.

Sirve los buñuelos de pescadilla bien calientes, puedes acompañar con alguna salsa mahonesa o similar, si quieres ponerlos como parte de un picoteo. En ese caso, lo mejor es hacer los buñuelos más pequeños.

Si quieres servirlos como segundo plato, debes hacerlos de tamaño más grande. Los puedes acompañar de unos espárragos a la plancha o asados al horno, rociados con aceite de oliva y espolvoreados con pimienta negra recién molida.