Mousse de yogur

Los postres bajos en calorías son una buena elección. La mousse de yogur es uno de ellos, para comer sin culpabilidad, aunque estemos a dieta.

El yogur es un alimento muy saludable, que contiene probióticos favorables para la buena salud gastrointestinal. Además, su alto aporte de calcio fortifica nuestros huesos. En mujeres premenopáusicas, el consumo de un yogur al día les garantiza la dosis diaria de calcio que ayuda a prevenir la osteoporosis.

Ya sabemos que es un alimento sano, pero ¿de dónde proviene? El origen del yogur se sitúa en Turquía. Allí, los pueblos nómadas transportaban la leche que obtenían de sus animales, en sacos de piel de cabra. Este método de transporte favorecia el desarrollo de bacterias que fermentaban la leche, convirtiéndola en una masa semisólida y coagulada.

Se dice que el yogur sirvió de alimento fortalecedor para los ejércitos mongoles del célebre Genghis Khan. Alrededor del mundo, se lo consideraba alimento de los dioses por sus cualidades curativas y calmantes de los problemas intestinales; incluso se decía que era un remedio natural para combatir la tuberculosis.

Actualmente, conseguimos yogur en cualquier supermercado y existen tipos y sabores para todos los gustos. En una suave mousse, el yogur se transforma en un postre delicado, saludable y delicioso.

Ingredientes:

 4 yogures de cualquier sabor

2 claras de huevo

1 vaso de crema de leche o nata para montar

5 cucharadas de azúcar

Como preparar una exquisita mousse de yogur:

1. En primer lugar, colocar los yogures en un recipiente. Añadir una cucharada de azúcar y mezclar bien hasta que esta desaparezca.
2. Por otro lado, batir las claras a nieve a punto de nieve con el resto del azúcar.
3. También, montar la crema de leche a punto firme. Para realizar estos pasos es mejor utilizar una batidora eléctrica.
4. Mezclar la crema con el yogur, usando una espátula. Cuando todo esté bien integrado agregar las claras, siempre con movimientos envolventes. Es importante que el punto de nieve de las calaras no se rompa, y la mousse quede con la típica textura aireada.
5. Con cuidado, rellenamos unas copas. Tapamos con papel film y dejamos en el refrigerador durante un par de horas antes de servir.
6. Acompañar con un poco de miel, mermelada de frutos rojos, sirope de chocolate, trocitos de merengue o bizcocho.
7. Para una versión light, reemplazar el azúcar por edulcorante, y la crema por queso blanco descremado.

Tener en el refrigerador una copa de mousse de yogur es perfecta para combatir la tentación de algo dulce, sin descuidar la dieta. Fácil, rica y saludable. Tres cualidades que solo este postre puede tener.