Soy pescadero y éste es el truco secreto para que la sepia no quede dura


La sepia es uno de esos pescados que, cuando se cocina bien, puede convertirse en una auténtica delicia. Su textura suave y su sabor profundo la hacen ideal para una gran variedad de recetas, desde guisos hasta salteados sencillos. Sin embargo, la sepia es un poco delicada y, si no se cocina con cuidado, puede quedar dura y correosa, perdiendo toda su gracia. Afortunadamente, un pescadero con mucha experiencia ha compartido un truco muy sencillo para conservar su jugosidad y suavidad.
Además de su sabor y textura, la sepia es un alimento muy nutritivo. Tiene pocas calorías (alrededor de 80 por cada 100 gramos) y es una excelente fuente de proteínas, ideales para quienes buscan cuidar su masa muscular. También aporta minerales importantes como potasio, calcio y magnesio, que son fundamentales para el funcionamiento del cuerpo y para mantener los huesos fuertes. Por si fuera poco, la sepia es buena para la salud cardiovascular, ya que contiene ácidos grasos omega 3, que ayudan a reducir el colesterol malo y proteger el corazón.
¿Cómo evitar que la sepia quede dura?
El principal problema al cocinar sepia es su textura. El pescadero, que compartió su secreto en TikTok, señala que lo primero y más importante es limpiar bien la sepia: esto significa retirar con cuidado la bolsa de tinta, el hueso interno (que es como una pluma dura), y las vísceras. Luego, hay que lavarla con abundante agua fría para eliminar cualquier resto o suciedad y, una vez limpia, se corta en filetes, que son más manejables para cocinar.
El siguiente paso consiste en eliminar los tentáculos y las pequeñas aletas laterales. El pescadero recomienda hacer pequeños cortes a lo largo del borde del filete, lo que facilita quitar una membrana muy fina que cubre la sepia y que es determinante para que la sepia quede tierna.
Cuando ya tienes los filetes listos, la forma de cocinarlos es crucial. La sepia tiene mucha agua en su interior, así que lo mejor es ponerla directamente en la sartén sin aceite, a fuego fuerte, para que el agua se evapore poco a poco. Es importante no cortar la sepia en trozos pequeños antes de cocinarla, porque así se seca más rápido y queda dura.
Cuando el agua se haya evaporado por completo, retira la sepia de la sartén, limpia el líquido que haya quedado y agrega un poco de aceite de oliva. Calienta bien el aceite y vuelve a poner la sepia, salteándola unos minutos por cada lado hasta que esté dorada. Finalmente, retira la sepia del fuego, adereza a tu gusto, y entonces sí, corta en trocitos para servir. Este método hace que la sepia conserve toda su jugosidad y quede tierna por dentro, además de sabrosa.
Conejos extra
Además de este truco para que la sepia no quede dura, existen otros detalles que marcan una gran diferencia a la hora de preparar este pescado.
En primer lugar, es fundamental controlar la temperatura y el tiempo de cocción. La sepia es muy delicada y, si se cocina a fuego medio durante mucho rato, tiende a ponerse dura y gomosa. Por eso, para prepararla rápidamente, la mejor opción es usar un fuego fuerte y cocinarla solo unos minutos, lo justo para que se dore por fuera y quede jugosa por dentro.
Sin embargo, si prefieres platos más tradicionales o guisos donde la sepia se cocina lentamente, lo ideal es hacerlo a fuego muy bajo y durante mucho tiempo. De esta manera, las fibras de la sepia se ablandan poco a poco, logrando una textura suave y melosa.
Otro factor decisivo es la frescura de la sepia. A la hora de comprarla, fíjate bien en su aspecto: la carne debe ser blanca, con un tono nacarado, y no presentar manchas amarillentas ni zonas oscuras. La textura tiene que ser firme, no blanda ni viscosa. Si optas por sepia congelada, descongélala dejándola en la nevera durante varias horas o toda la noche.
Finalmente, marinar la sepia puede potenciar el sabor y mejorar la textura. Antes de cocinar, déjala reposar en una mezcla sencilla de aceite de oliva, ajo picado y perejil fresco durante al menos 30 minutos. Este paso aporta un aroma delicioso y, además, el aceite ayuda a suavizar la carne, haciendo que el resultado final sea aún más tierno y sabroso.
La sepia es un ingrediente muy versátil que puede brillar en multitud de platos. Queda deliciosa en guisos tradicionales, como la sepia con alubias o con guisantes, donde su textura tierna se mezcla con sabores intensos. También es perfecta para salteados rápidos con ajo y perejil, que resaltan su sabor natural. Además, la sepia a la plancha o a la parrilla, bien sazonada, es un plato sencillo pero exquisito. No importa cómo la prepares, siempre que respetes su cocción, la sepia aportará un toque marino, jugoso y lleno de sabor a cualquier receta que elijas.