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Pasta trefilada en bronce: ¿por qué es la mejor opción y cómo se reconoce?

trefilada en bronce
Pasta trefilada en bronce

Un buen plato de pasta conquista incluso al paladar más difícil. La pasta es uno de los alimentos más versátiles que existen y es que podemos cocinarla de mil formas diferentes y con salsas de todo tipo. Claro está que para cocinar un buen plato de pasta es importante tener una buena materia prima. La pasta trefilada al bronce es, casi siempre, la mejor opción que puedes escoger. Por norma general, en el paquete no está marcado el tipo de pasta, pero no es difícil reconocer la pasta trefilada al bronce.

A excepción de la pasta artesanal de los obradores, a la pasta se le suele dar forma con moldes o trafilos antes de cortarla. Se suele realizar con discos con orificios que dan la forma a la base y que son los que permiten que se puedan fabricar los diferentes tipos de pasta como, por ejemplo, los penne, los espaguetis o los farfalle, entre otros.

Este proceso se denomina trafilatura, trefilado en español, y es lo que determina la calidad de la pasta que luego compramos en los supermercados. Pero, ¿por qué se conoce como pasta trefilada en bronce? Pues porque, tradicionalmente, esos discos siempre han estado fabricados en bronce, algo que ha cambiado con el paso del tiempo al intentar reducir algunos costes en la elaboración y fabricación de la pasta.

Trefilada en bronce, ¿cómo reconocerla?

Para abaratar costes y conseguir acelerar el proceso de la fabricación de la pasta, algunos fabricantes han optado por usar discos de teflón en vez de discos de bronce. Este material es mucho más económico y permite extraer la pasta de forma más rápida. ¿Cómo es posible distinguir una pasta de otra?

La diferencia entre ambos tipos de discos se nota en la textura final de la pasta. La pasta que ha sido trefilada en bronce muestra una apariencia más rugosa e irregular, mientras que la pasta trefilada en teflón es lisa y muy lisa, una diferencia muy notable. Eso sí, estas diferencias siempre se notarán en seco.

Las rugosidades de la pasta trefilada en bronce permiten que la salsa y el resto de ingredientes queden mejor adheridos a ella, es decir, que absorben mucho mejor todos los ingredientes extra que se le añadan a la pasta una vez esté ya cocinada. Igualmente, estas imperfecciones ofrecen un bocado mucho más gustoso y sabroso al fundirse mejor con el resto de elementos presentes en el plato.

La pasta trefilada en teflón es mucho más resbaladiza, por lo que el baño de salsa no será tan efectivo. Así que, a partir de ahora, fíjate bien en la pasta que compras ya que determinará mucho el sabor final, que es realmente lo que más importa. En los envasados de origen italiano, por ejemplo, suelen indicarlo, pero como no es algo habitual siempre es mejor fijarse bien para cerciorarnos de que es la pasta que buscamos.

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