Crema fría de guisantes
Si te gustan los platos de cuchara, no puedes perderte esta crema de guisantes fría. Aquí te dejamos los pasos para disfrutar de ella.
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El hecho de cocinar todos los días puede ser una tarea abrumadora para algunos. Pero comer es necesario, sobre todo, que sea saludable. Una buena opción son las legumbres, por ejemplo, los guisantes, que a diferencia de otras leguminosas, estos se comen frescos o se reservan congelados. Son fáciles de preparar y son una fuente de nutrientes importantes. Aunque para esta receta sirven los guisantes frescos o sacados el día antes del congelador, hay que admitir que siempre los productos frescos tienen un mejor sabor y una textura más interesante.
Los guisantes son una especie de leguminosas que, al parecer, guardan su origen desde el Viejo Mundo. Es muy habitual encontrarlos en la cocina mediterránea, aunque el mayo producto a nivel mundial es la India. También hacen parte de recetas populares de países europeos como: Alemania, Suecia, Australia, Países Bajos y Canadá con una de los platos más conocidos ahora: la crema de guisantes fría.
De hecho, esta receta tiene distintas versiones que varían ligeramente en sabor y presentación. Por ejemplo, los alemanes preparan una sopa de guisantes y encima colocan un pedazo de carne. Mientras que los neerlandeses acostumbran esta sopa acompañada por panqueques como parte de sus tradiciones.
Las raíces humildes de este plato lo hacen aún más interesante. Y digno de estar en todas las mesas. Se puede comer caliente, pero, esta vez, obtendremos una crema de guisantes fría.
Ingredientes:
Preparación:
- Pela y corta la cebolla y los dientes de ajo en trozos.
- Pica los tallos de puerro.
- En una cazuela derrite la mantequilla para sofreír las verduras junto con el ajo. Deja que dore.
- Añade los guisantes congelados o frescos y comienza a remover.
- A continuación, vierte el caldo de verduras. Deja que hiervan los guisantes en el caldo durante unos 25-30 minutos. Tal vez menos.
- Salpimentar al gusto. Agrega la cúrcuma y las hojitas de menta. Deja que se cocine unos 5 minutos para que te integren los sabores.
- Retira del fuego y cuela. Reserva el caldo para otra ocasión (si quieres)
- Puedes retirar las hojitas de menta.
- Licúa todo y agrega la nata líquida para darle mejor cuerpo a la crema. En caso que quede un poco espeso, corrige añadiendo un poco más de caldo.
- Pon a punto de sal el conjunto.
Este plato se sirve frío. Es ideal para un almuerzo o una cena súper rápida. Puedes decorar la crema de guisantes fría colocando unas hojitas de hierbabuena encima. Déjanos en los comentarios sobre lo que te ha parecido la receta y atrévete a darle tu toque personal.