Trufa de vainilla y té verde: sorprenderás a todos con este postre

La trufa de vainilla y té verde tiene un sabor bastante interesante. La base de las trufas es el chocolate, pero esta variación se caracteriza por su sabor blanco. Este tipo de preparación se llama así debido al parecido que tienen en textura y apariencia con las setas negras. Se cree que esta es una imitación de la contextura de dicho producto tan valorado en la gastronomía europea. Este postre habría sido creado en Bélgica y en Estados Unidos el término se utiliza para muchos tipos de chocolates con forma redonda. Su preparación original es muy elegante, siendo considerado un postre gourmet.

Esta receta de trufa de vainilla y té verde se realiza con chocolate blanco. De esta forma, se mantiene la vistosidad del postre gracias a la uniformidad entre la nata y este elemento alimenticio. En este caso, el té verde se puede utilizar para decorar el dulce, aunque su sabor también es parte importante de la preparación en términos generales.

La trufa de vainilla y té verde es un postre bastante saludable. El chocolate a pesar de tener cierta cantidad de grasas es un alimento que contribuye con el sistema inmunitario. Por su parte, el té verde es digestivo y tiene múltiples propiedades curativas. A continuación, aprenderás a realizar este sorprendente dulce… ¡Continúa leyendo!

Ingredientes:

Cómo preparar trufa de vainilla y té verde:

1. Rallar la cáscara de la media naranja. Es importante no llegar a la parte blanca de la fruta, porque se corre el riesgo que me aporte un toque amargo. Solo hay que utilizar la parte de la piel naranja.
2. Calentar la nata en una olla durante unos dos minutos para que agarre algo de temperatura.
3. Abrir la vaina de la vainilla por la mitad con un cuchillo y dejar caer las semillas en la olla con la nata.
4. Cocinar la nata con la vainilla durante unos tres minutos. Remover un poco.
5. Incorporar a la nata la ralladura de naranja y el té verde.
6. Mantener la cocción de la nata con el resto de los ingredientes hasta que la misma comience a entrar en hervor.
7. Colocar el chocolate blanco en un recipiente y verter la nata caliente sobre este para derretirlo. Remover para integrar la mezcla.
8. Tapar el recipiente que contiene la mezcla y refrigerar durante cinco horas.
9. Sacar la mezcla del refrigerador, cortarla en porciones y formar las trufas.
10. Adornar las trufas con un poco de té matcha.

El té matcha no solo le dará al postre un tenue aporte de sabor. Añadido a esto, este ingrediente recrea muy bien la textura de la trufa.