San jacobos con berenjenas y calabacín

Una de las maneras más ricas y originales de comer verduras es preparando San Jacobos con berenjenas y calabacín. Se trata de una preparación fácil y rápida que consiste en empanar rebanadas de berenjenas y de calabacín, en lugar de filetes de cerdo o carne, junto con el relleno tradicional, jamón cocido y queso gruyere loncheados. La textura crujiente, característica de los San Jacobos, resulta muy atractiva para los niños, por tanto, son un recurso muy ingenioso para que coman verduras.

Los San Jacobos con berenjenas y calabacín son ideales para dejar a un lado los congelados y animarse a prepararlos en casa y de forma saludable. De esta manera, se puede estar completamente seguro de qué ingredientes llevan.

Ingredientes:

Preparación:

1. El primer paso para elaborar estos ricos San jacobos con berenjenas y calabacín es lavar bien ambas hortalizas. Para que queden mucho más consistentes, se recomienda no quitarles la piel.
2. Quita la parte superior e inferior de la berenjena y el calabacín y procede a cortarlas en rodajas del mismo tamaño. Lo ideal es que queden finas para que, al momento de freírlas, se cocinen súper bien y en menor tiempo.
3. El siguiente paso consiste en poner las berenjenas en un colador con un poco de sal para que pierdan el sabor amargo. Se trata de un truco de las abuelas que nunca falla.
4. Entre tanto, corta las lonchas de jamón en cuadrados de igual tamaño. Haz lo mismo con las lonchas de queso, pero procura que sea en cuadrados más pequeños.
5. En esta oportunidad, los San Jacobos serán variados, es decir, unos de calabacín y otros de berenjena. Coloca una base de rebanada de hortaliza y, en el interior, alterna la loncha de jamón con la de queso.
6. A medida que armas estos paquetitos, colócales un palillo para que se mantengan unidos como si se tratara de un San Jacobo tradicional.
7. Coloca en un plato la harina, en otro bate los huevos con un poco de sal y en el tercero pon el pan rallado. Este último se puede aromatizar con unas finas hierbas o queso parmesano picado.
8. Cubre los San Jacobo con la harina y sumérgelos en el huevo
9. Por último, pásalos por el pan rallado para lograr un rebozado contundente.
10. Precalienta una sartén con abundante aceite y fríe cada uno de los San Jacobos hasta que estén dorados y crujientes.
11. Retira con cuidado sobre papel absorbente y añade más a la sartén, pero sin excederse, ya que de lo contrario no conseguirás un bien rebozado.
12. Déjalos reposar un par de minutos para que absorban el exceso de grasa y sirve caliente.

Para tener una cena, deliciosa y más equilibrada, se recomienda acompañar estos deliciosos San jacobos con berenjenas y calabacín con una ensalada ligera. De esta forma, puedes equilibrar nutricionalmente el plato.