Huevos tontos: receta tradicional y cómo prepararlos

Los huevos tontos es una de las recetas que podemos cocinar con menos grasa en la freidora de aire. Un aperitivo o tapa que nace de una receta de aprovechamiento que podemos crear y modificar a nuestro gusto. Los huevos y la miga de pan del día anterior son la base de una especie de croqueta que podemos crear en casa, con unos ingredientes de lujo. La cocinaremos con el punto de la freidora de aire, sin casi nada de aceite y con el mismo sabor crujiente que tanto nos gusta. Atrévete a probar los mejores huevos tontos en la freidora de aire, están increíbles.

Origen e historia de los huevos tontos

La cocina aragonesa está repleta de platos tradicionales deliciosos, como el pollo al chilindrón, el ternasco asado, las magras con tomate, la gallina en pepitoria, las migas de Teruel o los huevos tontos. Se trata de un clásico y delicioso plato de aprovechamiento, tradicional y antiguo que nació en tiempos de vacas flacas. Originalmente los ingredientes eran huevos, ajo, pan, perejil y aceite, pero con el tiempo se inventaron variantes con bacalao, salmorejo, cordero u otros ingredientes.

Esta es una receta económica y sencilla, fácil de preparar y muy nutritiva gracias a los huevos. Son similares a los buñuelos, platos con ingredientes picados o molidos para disimular carnes de poca calidad o, al contrario, para sacar un mejor rendimiento. Aunque de origen aragonés (e incluso algunos dicen que es de origen sefardí), este plato se prepara en toda España, y es considerado típico de las preparaciones de semana santa.

Por otro lado, el valor nutricional de los huevos es ya conocido por todos. Una unidad pesa entre 35 y 60 gramos y aporta aproximadamente 80 calorías, aunque nada de fibra o carbohidratos. Nutricionalmente, la proteína que contiene el huevo es tomada como patrón de referencia para comparar las otras fuentes proteicas, pues es la de más alto valor biológico (en 100 gramos de huevo hay de 12 a 14 gramos de proteína). El huevo tiene también lecitina, fosfolípidos y ácidos grasos omega 3.

Ingredientes esenciales para unos huevos tontos auténticos

Cómo hacer huevos tontos crujientes y sabrosos

1. Desmenuzar la miga y mezclar con la leche. Moverla con un tenedor para que adquiera la textura de un puré.
2. Picar el ajo muy fino.
3. Agregar el perejil y el ajo.
4. Batir un poco los huevos y mezclarlos con el puré de pan. Debe quedar una masa compacta.
5. Añadir sal. Dejar reposar la masa en la nevera por 30 minutos.
6. En una sartén poner suficiente aceite para freír.
7. Cuando esté caliente, tomar porciones de la masa con una cuchara y ponerlas en el aceite, como si fueran buñuelos.
8. Freír por cada lado hasta dorar.
9. Reservar sobre papel absorbente para retirarles el exceso de grasa.
10. Servir calientes.

Información nutricional: 1754 kcal

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Almuerzo

Acompañamientos ideales para disfrutar los huevos tontos

Si deseas puedes añadir a la mezcla de los huevos tontos taquitos de jamón o queso, o tiras de bacón salteadas previamente. Se come durante todo el año y puedes servirlos como entrantes. Es una rica forma de aprovechar ingredientes y de que los niños los coman.

Puedes cocinar esta receta tradicional en la freidora de aire, coloca la masa en el cacito dándoles la forma deseada.

Errores comunes al hacer huevos tontos y cómo evitarlos

Los huevos tontos, una receta sencilla pero deliciosa, pueden salir mal si se cometen errores comunes. Uno de ellos es usar pan demasiado seco o sin remojar bien, lo que los hace duros. Para evitarlo, hidrata bien el pan con leche o agua.

Otro error es no batir bien los huevos, resultando en una mezcla poco homogénea. Además, freírlos a fuego muy alto los quema por fuera y los deja crudos dentro; usa fuego medio para una cocción uniforme.

Trucos para que los huevos tontos queden en su punto perfecto

Aquí te compartimos algunos trucos infalibles para que tus huevos, ya sean duros, pasados por agua o revueltos, queden justo como los deseas.

• Huevos duros perfectos: Coloca los huevos en una cacerola y cúbrelos con agua fría. Lleva a ebullición, luego retira del fuego y tapa. Déjalos reposar durante 9-12 minutos, dependiendo del tamaño y la frescura. Después, enfría en agua con hielo para detener la cocción.
• Huevos pasados por agua: Hierve agua en una olla y, con cuidado, añade los huevos. Cocina durante 5-7 minutos para una yema líquida. Enfría rápidamente en agua fría para facilitar el pelado.
• Huevos revueltos cremosos: Bate los huevos con un poco de leche o nata y una pizca de sal. Cocina a fuego bajo en una sartén antiadherente, removiendo constantemente para evitar que se cocinen demasiado.

Fríe los huevos en la freidora de aire y disfruta de un sabor tradicional con mucha menos grasa.