Pesto rojo
El pesto rojo es una variación del clásico pesto verde italiano, hecho con albahaca. Esta versión se prepara de manera similar, pero con tomates secos. Los piñones también pueden sustituirse por otros frutos secos como nueces o avellanas, aunque estas sustituciones otorgan sabores y aromas distintos. El pesto rojo es ideal para pastas o comer con tostadas.
Los tomates secos son una excelente fuente de potasio, un mineral indispensable para el organismo; el potasio influye en en la formación de los huesos. También ayuda a regular la salida y entrada de sustancias en las células, proceso que se denomina ósmosis. Además, interviene en el metabolismo de nutrientes como las proteínas y los carbohidratos. Siguiendo con los nutrientes de los tomates secos, también aportan hierro al organismo. El hierro interviene en la formación de la hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno a distintos órganos del cuerpo, como los pulmones y los músculos.
La albahaca es una hierba rica en vitamina K, fundamental en el proceso de coagulación de la sangre. La vitamina K complementa a la vitamina D, muy importante para la formación de los huesos y la prevención de la osteoporosis. La albahaca también contiene vitamina A, importante para la vista, pues ayuda a producir los pigmentos de la retina. La vitamina A contiene betacarotenos, un tipo de antioxidantes que protegen a las células de los daños causados por los radicales libres. Según estudios, los radicales libres previenen enfermedades como el cáncer.
Ingredientes:
Cómo preparar pesto rojo:
- Si se tienen tomates secos deshidratados sin aceite, hidratarlos en agua hasta que estén en su punto. Depende de la marca de los tomates, pero el tiempo aproximado es de 20 minutos. Escurrir.
- Poner en la licuadora o en el procesador de alimentos todos los ingredientes: los tomates, los piñones, las hojas de albahaca, el ajo, la guindilla, zumo de limón, azúcar y sal. Licuar con 50 ml de aceite de oliva.
- A continuación, ir agregando aceite poco a poco, hasta obtener la consistencia deseada. Debe ser una crema no demasiado líquida ni muy espesa.
- Mezclar en un recipiente la salsa con el parmesano rallado.
- Reposar en la nevera para que los sabores se sientan más pronunciados.