Crumble de fresas: postre fácil y saludable

El crumble es un postre que demuestra que de la escasez puede surgir algo bueno. Se dice que este dulce nació en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, en medio de una necesidad agobiante de alimentos, impuesta por la guerra y por el racionamiento, que los británicos debieron aplicar con rigurosidad para asegurar la disposición de víveres en sus países. El crumble de fresas es una de sus tantas versiones. Este tipo de postres son ideales para que los más pequeños de la casa disfruten del sabor y los nutrientes de las frutas. En este caso, de unas riquísimas fresas, pues la acidez de este fruto suele producir rechazo en casi todos los niños a una temprana edad.

De esta forma, se les agudizó el ingenio para cocinar lo poco que había y de que se disponía, y encima con alimento y nutrientes. Se necesitaba un poco de harina sin refinar, algo de mantequilla o manteca y un toque de azúcar (no podía ser mucha tampoco), coronado con frutas, generalmente manzanas. Lo que queda es una textura desmenuzada, y a día de hoy esa textura se mantiene.

Este tipo de postre puede comerse en tiempos fríos (bueno, sobre todo en invierno) y se sirve caliente acompañado de helado, nata, natillas o compotas de frutas. Se prefieren las frutas que aporten un toque ácido, como las fresas, frambuesas, moras, arándanos, uvas, cerezas, manzanas verdes… Es un postre de los más tradicionales de Reino Unido que ha invadido las mesas mundiales.

Ingredientes:

Cómo preparar un delicioso crumble de fresas:

1. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para que tome consistencia de pomada.
2. Lavar las fresas, retirarles el pedúnculo y cortarlas en rodajas no muy finas.
3. Ponerlas en un cuenco y espolvorear 100 gramos de azúcar.
4. Mezclar bien y dejar reposar por 30 minutos.
5. Precalentar el horno a 190° C.
6. Untar el molde con mantequilla, verter la mezcla de fresas y azúcar (sin el jugo que hayan soltado, se puede utilizar para otras recetas).
7. En un bol poner la harina, las almendras, la avena, los 80 gramos restantes de azúcar y la mantequilla.
8. Mezclar bien con las manos, asegurarse de que todos los ingredientes se impregnan bien con la mantequilla. La textura es de una especie de migas.
9. Repartir la mezcla de harina sobre las fresas, para cubrirlas, espolvorear un poquito de canela y hornear de 25 a 35 minutos, o hasta que la superficie se vea dorada.

Puedes servir el crumble de fresas enseguida, como lo hacen los británicos, y coronarlo con una bola de helado de vainilla, nata montada o natillas. O bien servirlo frío, que de cualquier manera queda estupendo.