Croquetas de pulpo

Las croquetas de pulpo son un plato sencillo, que se plantea como una idea prefecta para cualquier ocasión. Su presentación es elegante para una comida formal y también desenfadada, para formar parte de un aperitivo, tapa, etc. Además, resulta una forma original para los niños, haciendo que  consuman de una forma divertida todos los nutrientes del pulpo.

Una de las características de esta receta, es que se puede agregar cualquier ingrediente que se desee; de cualquier forma, las croquetas de pulpo conservaran un sabor exquisito. Sin embargo, se debe tener cuidado de las proporciones utilizadas, ya que puede aminorar el sabor intenso del pulpo.

El pulpo es el ingrediente principal de este plato, y es el que aporta la mayor cantidad de beneficios; contiene un alto índice nutricional, por sus numerosas vitaminas y minerales. El pulpo contiene propiedades antisépticas, que ayudan a eliminar las bacterias, evitando posibles enfermedades que se podrían generar a largo plazo. Regula el nivel de energía que se encuentra en el metabolismo; controlando de esta forma el funcionamiento de las células del cuerpo. También contiene altos niveles de hierro, que evitan la anemia, y la sensación de debilidad corporal. Además, el pulpo posee un nutriente llamado Tourina, excelente para tratar las arritmias, prevenir la diabetes, y regular desordenes metabólicos causados por el consumo de alcohol.

Ingredientes:

Cómo preparar las croquetas de pulpo:

1. Cortar la cebolla en juliana, y sofreír en una sartén con aceite de oliva; debe dejarse hasta que adquieran un color transparente.
2. Colocar el pulpo, bien lavado, en una olla con agua a fuego lento. Agregar un poco de sal, y dejar hasta que quede bien cocido.
3. En la misma sartén con aceite de la cebolla, añadir un poco de harina y dejar a fuego medio. Revolver para evitar que se formen grumos; dejar hasta obtener una masa de color dorado.
4. Verter la leche y seguir removiendo.
5. Picar el pulpo en pinos trozos, y agregar a la mezcla.
6. Unir a la mezcla la cebolla, la nuez moscada y salpimentar al gusto. Es importante no dejar de remover.
7. Cuando empiece a burbujear la masa, sacar del fuego y dejar que se enfríe y se ponga bien dura.
8. Al enfriarse, hace pequeñas bolas de masa. Estas se pasaran por los huevos batidos, y después por el pan rallado.
9. Freír y servir calientes.