Receta de Croquetas de foie
Las croquetas de foie son un imprescindible para las fiestas o días de celebración. Esta receta es de las más fáciles que existe y el resultado es realmente apetecible. El mundo de las croquetas es todo un universo por si solo, podemos cocinarlas con casi cualquier ingrediente, pollo, pescado, gambas, setas, todo es posible si tenemos una buena base para trabajar. En este caso, nada mejor que un foie para darle a este plato tradicional un sabor de lo más festivo. Toma nota de cómo preparar las mejores croquetas caseras de foie que existen, viste tu mesa de gala siguiendo estos pasos.
Ingredientes:
Cómo preparar croquetas de foie
- Vamos a empezar esta sencilla receta de croquetas de foie preparando la base. Para que tengan esa textura cremosa a la vez que consistente, el secreto está en conseguir una salsa bechamel un poco más espesa de lo habitual.
- Ponemos la mantequilla en la sartén y le añadimos la harina. Tostaremos la harina ligeramente para que nos aporte un sabor más auténtico. La iremos añadiendo pasados unos minutos la nata.
- Incorporamos nata además de leche. La nata le dará un poco más espeso y separará esta base de una bechamel convencional. Cuando tenemos esta salsa consistente llegará el momento del foie.
- Para esta receta utilizamos un foie fresco. Este hígado de pato se caracteriza por una textura suave con la que podremos trabajar a la perfección. Cortaremos el foie en trocitos de más o menos el mismo tamaño para incorporarlo directamente a la masa.
- Es importante que el foie se incorpore con la base lista sin estar en el fuego. Si está muy caliente el foie puede soltar un poco de grasa y nos quedarían unas croquetas demasiado blandas.
- Rectificaremos en este momento de sal y pimienta, podemos ponerle un poco de nuez moscada. Tendremos lista la masa de unas croquetas de foie deliciosas.
- Les daremos forma a las croquetas. Si queremos que queden más perfectas, ponemos la masa sobre un poco de papel fil y las enrollamos. Cortaremos los trocitos que nos hagan falta en función de si nos gustan más o menos grandes. Tal cual están las podemos congelar y hacer las particiones en el momento de cocinarlas.
- Las pasamos por el huevo y el pan rallado y las freímos. Cuando estén doradas las escurrimos sobre un poco de papel absorbente, serviremos directamente. Tendremos listo un pequeño bocado lleno de sabor.
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