El truco para hacer patatas fritas extra crujientes en casa sin freírlas

Las patatas fritas son un clásico que acompaña a muchos platos y una de las meriendas favoritas de grandes y pequeños. Sin embargo, a menudo se asocian con el uso excesivo de aceite y una preparación que puede resultar poco saludable. Pero, ¿y si te dijera que es posible disfrutar de unas patatas fritas extra crujientes sin necesidad de freírlas? En este artículo, te revelaremos el truco infalible para conseguir unas patatas perfectas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, utilizando el horno.

Ingredientes necesarios

Preparación

1. La elección de las patatas es fundamental. Opta por patatas de buena calidad, que sean firmes y sin manchas. Lávalas bien bajo el agua corriente para eliminar cualquier residuo de tierra. Si prefieres, puedes pelarlas, aunque la piel añade un extra de textura y sabor.
2. Corta las patatas en tiras de aproximadamente 1 cm de grosor. Si quieres que queden aún más crujientes, puedes optar por cortarlas en forma de «fritura» más fina, pero ten en cuenta que el tiempo de cocción variará. Asegúrate de que todas las tiras tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme.
3. Este es uno de los trucos más importantes para conseguir que tus patatas queden crujientes: el remojo. Coloca las tiras de patata en un bol con agua fría y déjalas reposar durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a eliminar el exceso de almidón, lo que a su vez contribuirá a que queden más crujientes al hornearlas.
4. Una vez que las patatas han estado en remojo, es fundamental secarlas bien. Saca las tiras de agua y colócalas sobre un paño limpio o papel de cocina. Sécalas por completo, ya que el exceso de humedad impedirá que se doren adecuadamente en el horno.
5. En un bol grande, mezcla las patatas secas con el aceite de oliva, la sal y las especias que elijas. Asegúrate de que todas las patatas queden bien cubiertas con la mezcla. El aceite ayudará a que se doren y queden crujientes en el horno.

Hornear las patatas

1. Precalienta el horno a 220 °C (428 °F). Una temperatura alta es clave para obtener un acabado crujiente.
2. Forra una bandeja para horno con papel vegetal o una lámina de silicona para evitar que se peguen. Asegúrate de que las patatas estén distribuidas en una sola capa y no se solapen entre sí; esto permitirá que circule el aire y se cocinen de manera uniforme.
3. Hornea las patatas durante aproximadamente 25-30 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para que se doren por todos lados. Si las prefieres aún más crujientes, puedes dejarlas un poco más, pero vigila que no se quemen.

Información nutricional: 700 kcal

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Almuerzo

Tocar y servir

Una vez que las patatas tengan un color dorado y crujiente, retíralas del horno y déjalas reposar un par de minutos. Esto permitirá que la textura se asiente, y estarán listas para servir.