Roscos de vino en Semana Santa: receta fácil y sencilla
Estos roscos de vino son una delicia. Sorprende a tus comensales con un postre sencillo y tradicional… ¡A cocinar!
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Los roscos de vino en Semana Santa son una receta fácil y sencilla de la gastronomía española. Aunque se consumen en la mayoría de los países europeos, no faltan en las mesas de los hogares españoles durante la cuaresma. Según los historiadores, su forma circular emula a la corona de espinas que llevó Jesús durante su viacrucis. Asimismo, en la preparación se utilizan clavos de olor para representar la tortura que padeció el símbolo cristiano en su crucifixión. No obstante, el origen de este alimento se remonta a la antigua Grecia, desde donde se trasladó hacía Roma y al resto de Europa. Actualmente, este alimento es un ícono de la gastronomía religiosa española.
Estos roscos de vino son muy versátiles, y son ideales para servirlos como merienda. Se elaboran rápidamente y con ingredientes fáciles de adquirir en cualquier época del año. Esta receta es muy económica y rendidora. Además, la masa se puede elaborar a mano o en una batidora para ahorrar tiempo en nuestra cocina de casa.
Se trata de un postre muy rico en carbohidratos ideales para energizar el organismo. Aunque en la actualidad existe la tendencia a reducir la ingesta de hidratos de carbono, estos deben formar parte de una dieta balanceada. Su consumo es necesario para garantizar la energía que el cuerpo requiere para su correcto funcionamiento. ¡Sigue leyendo y entérate sobre cómo preparar esta fácil receta!
Ingredientes:
Cómo preparar los roscos de vino en Semana Santa:
- Calentar el aceite en una sartén y agregar el anís para aromatizar. Retirar del fuego y dejar enfriar.
- Batir las claras de los huevos a punto de nieve e incorporar las yemas poco a poco sin dejar de mezclar.
- Añadir el azúcar, la ralladura de limón y los clavos. Continuar batiendo.
- Agregar el aceite aromatizado, la harina y la levadura a la mezcla.
- Colocar la preparación en una superficie plana y amasar.
- Agregar el vino poco a poco y amasar hasta que la mezcla se despegue de la superficie.
- Colocar la masa en un bol, tapar y dejar reposar durante 30 minutos, tapado con un paño de cocina limpio, para que fermente un poco.
- Dividir la masa en veinte porciones y formar roscos en forma circular con un hueco en el centro.
- Colocar los roscos en una bandeja cubierta con papel vegetal y hornear a 200 grados centígrados durante 15 minutos.
La preparación con estas cantidades da para 10 personas. De hecho, obtienes unos bocados dulces ideales para comer en la merienda.