Cigalas al ajillo

cigalas al ajillo
Receta de cigalas al ajillo

Las cigalas al ajillo son una preparación culinaria cuyo origen es disputado por varios países. Los entendidos en gastronomía coinciden en señalar a España como uno de los mejores lugares para comerlas.

Su preparación es sencilla y también es rápida; esto se debe a que las cigalas se cocinan rápidamente. De hecho, uno de los secretos para que los platos con cigalas queden deliciosos, es evitar que se cocinen de más y pierdan su textura y sabor.

Las cigalas y el ajo poseen abundantes propiedades nutricionales. En el caso de este exquisito marisco, como todo crustáceo de agua salada, poseen abundantes minerales y vitaminas. Entre los minerales, los más resaltantes son el calcio, el potasio el magnesio y selenio.

El calcio es un mineral fundamental para el correcto desarrollo y formación de los huesos y de la dentadura. Este mineral también cumple un rol importante en los procesos de contracción muscular. Por lo tanto, es de vital importancia para el correcto funcionamiento cardiaco; también es útil para la coagulación de la sangre.

En el caso de las vitaminas, destaca el aporte de vitamina E, un excelente antioxidante contenido en las cigalas. Los antioxidantes ayudan a prolongar el tiempo de vida útil de las células y protegen el sistema inmune. Son vitaminas que prolongan la juventud.

cigalas al ajillo

Ingredientes:

  • 500 g de cigalas
  • Sal al gusto
  • 4 dientes de ajo
  • 100 mL de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cayena
  • ¼ de taza de vino blanco
  • 1 ramita de perejil
  • Cómo preparar cigalas al ajillo:

    1. Calentar una sartén grande con aceite de oliva virgen extra. Cuando el aceite aún no se encuentre muy caliente, agregar los dientes de ajo cortados finamente. Freír a fuego moderado durante un minuto y añadir las cigalas.
    2. Freír las cigalas junto al ajo por un minuto y medio. Pasado este tiempo, voltear cada una ellas para que se cocinen por el otro lado. Añadir las cayenas y dejar otro minuto y medio más. Agregar el cuarto de taza de vino blanco. Agregar sal.
    3. Una vez se haya evaporado el alcohol del vino (no más de minuto y medio más), retirar del fuego. Tomar la ramita de perejil y cortar finamente sus hojas. Servir las cigalas en un plato y rociar con el aceite y el ajo de la sartén.
    4. Rectificar el punto de sal.

    Prepara este delicioso plato y acompáñalo con un trozo de pan para remojar en el aceite de las cigalas. Un vino espumoso blanco o rosado será el complemento ideal para este delicioso plato.

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