Salmorejo de remolacha y tomate
El salmorejo de remolacha y tomate es ideal para el verano y es bastante energético. Compleméntalo con un huevo duro… ¡A triturar!
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El salmorejo de remolacha y tomate es ideal para abrir un buen almuerzo, de forma nutritiva y refrescante. Durante los días de verano suele contribuir a la hidratación del cuerpo. Este plato es originario de Córdoba, pero muchos antropólogos coinciden en que este fue uno de los primeros platos de la humanidad. Desde el Neolítico los seres humanos desmigajan los alimentos para formar mezclas mucho más digeribles. En las primeras etapas de la historia, este se haría utilizando piedras.
En la historia culinaria española, el salmorejo como plato cordobés adquiere forma gracias a la popularidad del tomate. A principios del siglo XIX esta fruta tropical en un principio, se convierte en un elemento alimenticio prioritario para los españoles. La preparación es básicamente un gazpacho, pero con mucho pan, lo cual le convierte en un plato espeso. Complementan la receta el ajo, el aceite de oliva, la sal y un poco de vinagre. Los salmorejos pueden ser acompañados con una proteína como el huevo o el jamón.
El salmorejo es un plato semi líquido muy nutritivo e hidratante. De hecho, este alimento cumple la misma misión que el gazpacho, aunque sin tanta diversidad de frutas. En contraste, los salmorejos suelen ser más sustanciosos debido a la presencia del pan. Este es sin duda un plato que da mayor sensación de llenura y que complementado con la remolacha aporta vitaminas y minerales. A continuación, verás que fácil es elaborar esta delicia cordobesa… ¡Sigue leyendo!
Ingredientes:
Cómo preparar un salmorejo de remolacha y tomate:
- Cocer la remolacha con agua hirviendo y sacar de la olla.
- Pelar los tomates y trocear al igual que el pan.
- Colocar el tomate sobre el pan para que este se humedezca con el jugo de la fruta.
- Pelar las remolachas y cortar en rodajas.
- Picar el ajo en láminas finas.
- Colocar el tomate, el pan, la remolacha y el ajo en la licuadora. Licuar todo a velocidad intermedia.
- Añadir el vinagre y un poco de sal al gusto. Seguir licuando.
- Remover parcialmente el vaso de la licuadora e incorporar un chorro de aceite de oliva de forma progresiva para emulsionar.
- Probar el salmorejo y rectificar la sal y el vinagre en caso de ser necesario.
- Reservar la preparación en la nevera hasta el momento de servir.
El salmorejo de remolacha y tomate también puede ser preparado en el Thermomix. Es importante no batir a máxima potencia para lograr una consistencia adecuada. El resultado final tiene que ser una especie de crema, no demasiado espesa pero tampoco muy líquida. Muy homogénea y sin grumos, con una textura suave y sedosa.