Receta de Salsa de mantequilla y salvia

La salsa de mantequilla y salvia es sencilla y acompaña muy bien pastas y carnes. Desde la antigüedad esta planta aromática ha sido utilizada por diversas civilizaciones como medicina. Tanto en Grecia como en Roma se le utilizaba como diurético y analgésico para el tratamiento de dolores. Posteriormente, algunas sociedades la incorporan como una especia útil para darle sabor a los alimentos. En Reino Unido es donde su uso gastronómico tiene más tradición y peso. Allí se le considera una hierba central que no suele faltar en la cocina de las familias, junto con el perejil, el tomillo y el romero. Por supuesto, en Estados Unidos ocurre un fenómeno similar, siendo que sus habitantes son principalmente descendientes de ingleses. En otras cocinas europeas también se le implementa con frecuencia como ocurre en Italia. Su sabor es salado y tiene un ligero toque picante que hace más fuerte el sabor de cualquier propuesta culinaria.

Los antiguos jamás se equivocaron al notar sus usos terapéuticos y curativos. De hecho, la salvia es muy completa y puede ser empleada en varios fines, siendo un producto presente en muchas medicinas convencionales y naturistas. Se trata de un antibiótico bastante útil para el tratamiento de heridas e infecciones. También es astringente, pudiendo frenar la diarrea en casos en los cuales esta es descontrolada y nociva para la salud del paciente. Pero también es antioxidante y lo mejor es que buena para potencial el apetito. Igualmente es antiinflamatoria y sus usos aún no terminan aquí. A continuación, aprenderás a hacer una salsa sencilla pero saludable y sustanciosa con la salvia y un poco de mantequilla… ¡Presta atención!

Ingredientes:

Cómo preparar una salsa de mantequilla y salvia:

1. Calentar una olla pequeña a fuego bajo.
2. Calentar la mantequilla en la olla y derretirla.
3. Añadir las hojas de salvia frescas a la olla con la mantequilla derretida.
4. Agregar la sal y un poco de pimienta y chile en polvo al gusto.
5. Cocinar toda la mezcla de la salsa durante 15 minutos en la olla a fuego bajo. Remover continuamente con una paleta de madera.
6. Añadir a los cinco minutos de cocción el medio ajo pelado.
7. Sacar la salsa de fuego y dejar reposar un poco.

En caso de no contar con salvia se puede recurrir a la albahaca para tener un efecto bastante similar. El sabor y la textura son parecidos y esta propuesta también es compatible con pasta y carnes.