Receta de Salsa francesa para ensaladas

La salsa francesa para ensaladas se distingue de la vinagreta tradicional porque se le agrega algo más de vinagre y se le añade kétchup o salsa de tomate. Hay lugares en donde no se le incorpora el tomate, pero en general va de esa manera. Una de las características de esta salsa es que debe estar muy bien emulsionada. Hay personas que juntan los ingredientes en la licuadora para asegurarse de que queden perfectamente integrados. Claro que esto debe hacerse justo antes de aliñar la ensalada.

En general, esta salsa queda bien con cualquier ensalada de verduras crudas, incluso también para realzar combinaciones de hortalizas cocidas, dándoles un toque verdaderamente especial. Siempre que se prepare con antelación, hay que tener en cuenta que justo antes de agregarla a la ensalada hay que volver a emulsionarla, sobre todo si se ha dejado reposar en la nevera dos o tres horas, para que el aceite y el vinagre vuelvan a unirse.

Hay algunas variaciones a las que se les agrega nueces o almendras tostadas y troceadas muy finamente, casi molidas, Incluso apio, también picado muy menudo, lo que puede recordar (de lejos, por supuesto) a la famosa ensalada Waldorf. En la presente receta no se le agrega apio, pero sí sus semillas y una pizca de paprika, que tal vez resulte un tanto picante. El resultado es contundente.

Ingredientes:

Cómo preparar la salsa francesa para ensaladas:

1. En el vaso de la licuadora se colocan todos los ingredientes menos el ajo y las nueces.
2. Triturar hasta integrar todos los elementos. Rectificar de sal y pimienta.
3. Pasar a un frasco con tapa hermética y refrigerar.
4. Machacar el ajo e incorporarlo a la salsa.
5. Cuando el aliño se vaya a usar, retirar el ajo y desecharlo.
6. Al servir la salsa en las ensaladas agregar las nueces troceadas finamente.

La salsa francesa para ensaladas te alegrará cualquier receta de vegetales, realzando los sabores. La mezcla de la sopa de tomate le da un punto sorprendente a esta vinagreta que no dejará indiferente a nadie. Prepárala y enriquece ensaladas de hojas verdes, que además se verán muy vistosas gracias al inhabitual color rosáceo de la vinagreta. El toque dulzón que le da el azúcar se suaviza con el vinagre de manzana, la salsa inglesa y la mostaza, y el tomate le da el punto de equilibrio que se combina con las nueces.