Receta de Pizza de pollo con base de coliflor
La pizza de pollo con base de coliflor es una excelente idea para bajar de peso comiendo lo que nos gusta. ¿Te la vas a perder?
La pizza de pollo con base de coliflor ofrece un acabado consistente pero más natural. El objetivo de esta receta es eliminar las harinas para minimizar un poco el consumo de calorías. Además, añadir este vegetal permite que el alimento sea muy fácil de digerir para el comensal. Sorprende la consistencia que puede tener este alimento natural como base para el plato italiano más famoso del mundo. En realidad, este es un alimento más versátil de lo que las personas suelen pensar. Proveniente Siria y Libia, es utilizable incluso para realizar platos muy atractivos.
En la antigüedad la coliflor era utilizada para tratar enfermedades. De hecho, hoy en día su consumo es muy recomendado para pacientes renales y personas con otros cuadros clínicos. Más allá de esto, destaca la alta concentración de vitamina C, siendo central en su composición. Este cultivo también ofrece una buena porción de vitamina K. A continuación, verás cómo sustituir la harina con este cultivo.
Ingredientes:
Cómo preparar pizza de pollo con base de coliflor:
- Lavar la coliflor y retirar el tallo.
- Rallar la coliflor y hornear durante 15 minutos a baja temperatura. Sacar y dejar el horno precalentándose.
- Mezclar un poco de queso, el huevo, la albahaca y sal al gusto hasta que quede una masa homogénea.
- Añadir a la mezcla la coliflor rallada y seca.
- Cubrir una placa especial para pizza con papel para hornear.
- Extender la masa en la placa para pizza.
- Hornear la masa por 20 minutos a 180 grados centígrados.
- Picar el pollo y la cebolla en trozos medianos.
- Sofreír en una sartén con aceite el pollo y la cebolla.
- Triturar los tomates y añadir a la sartén cuando el pollo y la cebolla hayan dorado. Cocinar durante 10 minutos hasta que el tomate espese un poco. Poner a punto de sal y de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate.
- Verter la salsa del pollo con el tomate y las cebollas sobre la masa.
- Añadir queso rallado sobre el relleno y la salsa.
- Hornear la pizza hasta que este quede gratinada.
- Repartir orégano por toda la pizza.
Lo mejor de esta preparación es que el sabor de la tradicional pizza no se pierde en lo absoluto. Y es más saludable, al no contar con levaduras y harinas en la elaboración de la base.