Receta de Pastel de salmón, setas y espárragos


El Pastel de salmón, setas y espárragos es un alimento bastante energético. Anímate a cocinarlo, te va a sorprender.
El pastel de salmón, setas y espárragos es una de esas recetas rápidas para cualquier ocasión. En la actualidad está muy de moda el consumo de carbohidratos con pescado y vegetales como relleno. Este tipo de preparación es nutritiva, económica y fácil de realizar. Lo importante es utilizar los alimentos naturales, para lo cual se necesita conocer su valor nutricional. Las setas y los espárragos son productos con un efecto biológico notable. Combinados con la proteína marina, se logra un plato realmente completo que podemos llevar preparado a cualquier parte.
Sobre el impacto nutricional de las setas y el salmón se ha escrito mucho. Ambos tienen ácidos grasos saludables y proteínas de primer nivel, aunque los espárragos también tienen un potencial alimentario difícil de ignorar. Estos son portadores de una gran cantidad de vitaminas: A, B1, B2, B6, C y E. También cuentan en su haber con magnesio, fósforos y folatos, importantes para las mujeres encinta. Su principal característica positiva es la abundancia en fibras. En esta receta, se combinan tres productos extraordinarios… ¡Continúa leyendo!
Ingredientes:
Como preparar un pastel de salmón, setas y espárragos:
- Lavar y picar los espárragos en rodajas de tamaño pequeño.
- Cortar en octavos los champiñones.
- Calentar una sartén con aceite y saltear los espárragos y champiñones durante 10 minutos.
- Cubrir el molde para hornear con papel sulfurizado.
- Extender sobre la bandeja cubierta la placa de hojaldre evitando que no suba o se doble.
- Hornear la placa de hojaldre durante 10 minutos a 200 grados centígrados y luego sacar.
- Batir el contenido del huevo y añadir la nata. Mezclar hasta que quede una sustancia homogénea.
- Colocar la mezcla de las setas y espárragos salteados sobre la placa de hojaldre horneada.
- Añadir la mezcla del huevo con la nata, en las partes de la placa que queden vacías.
- Picar el queso y el salmón ahumado en tiras. Distribuir sobre el pastel de forma equitativa.
- Dar un toque de sal al conjunto.
- Hornear el pastel a 200 grados hasta que la misma se vea dorada y el queso se funda.
Lo mejor de este pastel es que podemos llevarlo de camping, a la playa o cualquier lugar. Se trata de un bocado que puede consumirse en caliente, temperatura ambiente o incluso en frío.