Pasta fresca de tomate con anchoas

Mezclamos en un recipiente, batiendo bien, los huevos con el tomate concentrado. Cuando hayamos acabado, echamos la harina en un cuenco y hacemos un volcán. En el centro, en lo que sería el cráter, echamos la mezcla de huevo y tomate y mezclamos bien con las manos.

Cuando los ingredientes se hayan mezclado bien, sacamos la masa del cuenco y la amasamos sobre una superficie lisa y dura. En lo referente a la forma de amasar, es recomendable que estiremos la masa, la doblemos sobre sí misma y volvamos a amasar. Así, hasta que la masa adquiera una textura elástica y no demasiado pegajosa.

Hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel de plástico transparente tipo film, dejándola reposar un par de horas. Después de este tiempo y si no tenemos máquina para cortar pasta, estiramos la masa sobre una superficie lisa, repitiendo el proceso de doblar sobre sí misma y volver a amasar. Podemos dividir la masa en varios trozos y realizar el amasado por separado, parte por parte.

Existen muchas formas de realizar el corte de la pasta fresca. En este caso y pensando en preparar unos tagliatelle, enrollamos la pasta sobre si misma espolvoreándola antes con harina para que no se pegue. Hacemos un rollo y cortamos en rodajas de un centímetro de ancho.  Desenrollamos los rollitos, les echamos por encima un poco de harina y los tapamos con un trapo, dejándolos reposar durante unos 45 minutos.

Cocemos nuestra pasta fresca de tomate durante unos 3 minutos en agua hirviendo con sal.

En una sartén con aceite de oliva virgen extra caliente, doramos ajo picado y añadimos los tomates troceados. Pasados unos minutos, añadimos las anchoas y espolvoreamos con un poco de pimienta, orégano y sal. Mezclamos la pasta con la salsa y servimos.