Bizcocho de vainilla y pasas con sirope de sidra

• 200 ml de sidra
• 150 g de azúcar blanco

Elaboración:

Comenzaremos preparando el bizcocho.

En un cazo pondremos la mantequilla y dejaremos que se funda a fuego muy bajo para que no se nos queme. Una vez la tengamos lista, retiramos y reservamos. Recomendación: Necesitaremos que este ingrediente se haya enfriado un poquito antes de usarlo en el siguiente paso, por lo que os aconsejamos no mantenerlo en el cazo para que no conserve el calor.

Precalentamos el horno a una temperatura de 180 grados.

En un bol batimos el huevo y le agregamos la mantequilla, removemos con unas varillas de mano y añadimos el batido de vainilla, continuamos moviendo y, cuando esté bien integrado todo, incorporamos el azúcar normal y el azúcar avainillado. Batimos con las varillas y reservamos.

Añadimos la levadura a la harina y tamizamos un par de veces. Ponemos ambos ingredientes en un recipiente grande y vamos agregando el preparado anterior compuesto por la mantequilla, el batido, el huevo y el azúcar).

Por último, echamos las pasas y mezclamos bien (con varillas) hasta obtener un resultado homogéneo y uniforme.

Antes de verter el resultado en el molde que hayamos elegido, engrasadlo con un poquito de mantequilla para que después podamos desmoldarlo sin problema.

Echamos la mezcla y metemos al horno durante unos 35-40 minutos.

Mientras se hace el bizcocho iremos preparando el sirope de sidra. Bastará con poner en un cazo la sidra junto al azúcar, dejar que se caliente y se disuelva éste último ingrediente y permitir que hierva durante unos minutos hasta que veamos que comienza a espesar.

En ese momento, retiraremos del fuego y esperaremos a que se enfríe. Ya tendremos listo este sorprendente sirope de sidra.

Transcurrido el tiempo de horneado, comprobamos que el bizcocho esté bien hecho (pinchando con un utensilio fino y afilado y observando si sale limpio). Si veis que aún no está acabado, dejadle unos minutos más, pero no subáis la temperatura.

Una vez listo, lo sacamos, dejamos que se atempere y, con un pincel de cocina, vamos extendiendo por encima el sirope de sidra que teníamos reservado. Notareis como el bizcocho se impregna sin quedar empapado.

¡Y ya tendremos nuestro bizcocho de vainilla y pasas con sirope de sidra! Y es que nunca un despertar fue tan dulce…