Receta de Pesto de pipas de girasol y de pipas de calabaza

Las pipas de calabaza y girasol son semillas con un intenso sabor. Ambas tienen una cantidad increíble de propiedades nutritivas que favorecen distintos procesos corporales. Por eso el pesto de pipas de girasol y de pipas de calabaza que hoy es una opción ideal. Y no solo por sus valores nutricionales, sino por el sabor que ambas semillas le dan a esta salsa tan elaborada mundialmente.

Las semillas de calabaza tienen un gran índice calórico, pero también un buen aporte en fibra, proteínas, vitaminas A y C, ácido fólico, y un interesantísimo contenido en minerales: calcio 98 mg, magnesio 262 mg, potasio 919 mg (por cada 100 gramos de semillas), además de zinc, fósforo, hierro y sodio en cantidades menores. Sus propiedades antiinflamatorias y su enorme contenido de magnesio las convierte en aliadas contra problemas cardiovasculares y huesos débiles, sobre todo en la tercera edad. Por otro lado, ayudan a la calidad del sueño porque son ricas en triptófano.

Por otro lado, las pipas de girasol también son ricas en magnesio, selenio, fósforo y zinc y en vitaminas E y del grupo B. Tienen un importante índice de fitoesterol, que reduce la cantidad de colesterol malo que absorbe el organismo. Igualmente aportan una gran cantidad de kcal (574), por lo que en ambos casos se recomienda un consumo moderado, pero habitual en la dieta, lo cual es bastante fácil porque son de una gran versatilidad en la cocina.

Ingredientes:

Cómo preparar un pesto de pipas de girasol y de pipas de calabaza:

1. Precalentar el horno a 200° C.
2. Mezclar las pipas en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
3. Extender en una sola capa y tostar durante 5 a 10 minutos, solo hasta que empiecen a tostarse sin coger demasiado color.
4. Dejar enfriar y reservar.
5. En un robot de cocina o trituradora, poner las pipas tostadas con la ralladura de limón. Moler a intervalos cortos, hasta que quede un polvo granuloso.
6. Agregar sal y pimienta negra y moler un poco más.
7. Añadir la mitad del aceite y trabajar hasta incorporarlo completamente.
8. Añadir unas gotas de jugo de limón e ir agregando el aceite poco a poco, hasta obtener una textura cremosa sin llegar a ser líquida (debe quedar denso).
9. Rectificar de sal si fuese necesario.

Cuando prepares este pesto de pipas de girasol y de pipas de calabaza guárdalo en tarros y riega por encima aceite de oliva para conservarlo mejor. Si lo deseas puedes usarlo como paté o crema untable, y si lo quieres como salsa solo agrégale más aceite de oliva, hasta tener una densidad más líquida.