Ajos en vinagre caseros

Los ajos en vinagre están deliciosos en ensaladas para añadir a gazpachos o recetas de verduras. Los puedes conservar en la nevera durante meses. En otro artículo hicimos tomates confitados, hoy ajos en vinagre.

Nutrientes que aportan los ajos

El ajo es uno de los condimentos más antiguos de la humanidad, se comenzó a cultivar en el neolítico entre el 10.000 y el 7.500 a. C. Surgió en Asia central y se fue extendiendo por Oriente Medio y el norte de África en el 3000 a.C.

El ajo lo usaban los egipcios no solo como condimento, se han encontrado registros arqueológicos que confirman su empleo como un ingrediente medicinal. A los esclavos que trabajaron en la construcción de las pirámides se le daba ajo para darles vigor. En la tumba del famoso faraón Tutankhamen se encontraron ajos en distintas zonas.

El ajo aporta 119 calorías, y 2.2 gramos de azúcares. Tiene 14 mg de vitamina C y 17 mg de calcio. El ajo es rico en un componente que le otorga beneficios saludables, ‘la alicina’ un compuesto azufrado que le da su olor característico. El consumo de ajo es beneficioso para reducir el colesterol en sangre y también tiene efectos positivos para disminuir la tensión arterial.

Desde hace miles de años el ajo ha sido apreciado por sus efectos antimicrobianos, antivirales y antimicóticos. Son conocidos los remedios de ajo para quitar verrugas (virus). La alicina es el compuesto químico que logra estas propiedades. Distintas investigaciones han probado que las personas que toman ajos suelen tener menos propensión al resfriado común.

Este alimento también tiene efectos benéficos para las personas con diabetes. Ha demostrado su capacidad para ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.

Receta de ajos en vinagre

Ingredientes

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Utensilios

• Frasco de vidrio

Preparación

• Pelar los ajos y colocarlos en un tarro de vidrio.
• Verter en el tarro el vinagre hasta cubrir los ajos
• Añade las hojas de laurel y la corteza de limón
• Cerrar el frasco y guardar en un lugar oscuro y fresco 15 días. Hay que agitar varias veces el contenido cada dos o tres días.
• Transcurrido el tiempo de reposo los ajos se puede comer sin problemas ya que no pican, son ideales para añadir a ensaladas o platos de verduras.

  

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