Tarta de piña sin horno

La tarta de piña sin horno es un postre fácil y rápido que se sirve directamente de la nevera o del congelador y está exquisito. Con unos pocos ingredientes podemos crear algo que es realmente extraordinario. La piña es una de las frutas más recomendables para estos días de calor. Además de destacar por ese sabor dulce y delicado, tiene múltiples propiedades diuréticas que deberemos tener en cuenta para incluirla en nuestra dieta veraniega. Tener lista una tarta sin horno es una manera ideal de crear un postre dulce de una forma sencilla y divertida. Toma nota de la receta de esta tarta de piña sin horno, no vas a poder dejar de prepararla, una y otra vez.

Ingredientes:

Cómo preparar una tarta de piña sin horno:

1. Esta tarta de piña sin horno es una delicia que se prepara en unos minutos, empezamos con el ingrediente estrella. Abrimos la lata de piña, separamos las rodajas del zumo y reservamos para seguir con la receta.
2. La base de la tarta estará formada por un delicioso caramelo. En una sartén antiadherente ponemos el azúcar con unas gotas de agua. Cuando esté listo, lo pondremos en el fondo del molde. Si no eres mucho de caramelo puedes prescindir de este paso.
3. Ponemos unas rodajas de piña en el fondo y el resto de la piña lo vamos a trocear lo más finamente posible. Reservamos la piña.
4. En un cazo ponemos a calentar la leche evaporada, cuando esté caliente le añadiremos la gelatina, siguiendo en todo momento las instrucciones del fabricante. Es importante remover muy bien para que no quede ningún grumo.
5. Añadiremos al cazo el jugo de la piña y la leche condensada, sin dejar de remover en todo momento. Para darle aún más sabor a piña, le añadiremos los trozos. Mezclaremos este ingrediente con el resto hasta tener una deliciosa masa fresca.
6. Esta mezcla irá directamente al molde. Crearemos de esta manera un delicioso relleno de lo más saludable.
7. Para crear el fondo de esta tarta. Mojaremos los bizcochos con leche, los vamos poniendo en el fondo hasta que quede cubierto. Ponemos la tarta en la nevera o en el congelador. En el momento de servirla la desmoldamos, quedará digna de la mejor pastelería de la ciudad.