Salchichas caseras de cerdo con chucrut y mostaza antigua

Preparación:

Cocinar las salchichas:

Si las salchichas están crudas, lo ideal es cocinarlas lentamente para que se hagan bien por dentro sin romperse. Calienta una sartén grande a fuego medio-bajo y coloca las salchichas sin pincharlas. Añade un chorrito de agua (unos 50 ml) y cúbrelas con una tapa. Cocina durante unos 10 minutos para que se cuezan con el vapor. Luego destapa y sube el fuego. Añade una cucharada de aceite de oliva y dora las salchichas por todos los lados hasta que estén bien doradas (unos 5-7 minutos más). Retira y reserva.

Preparar el chucrut:

Mientras se cocinan las salchichas, puedes preparar el chucrut. En otra sartén o cacerola, calienta la otra cucharada de aceite de oliva. Añade la cebolla picada en juliana fina y sofríela a fuego medio hasta que esté transparente. Incorpora el chucrut previamente escurrido, el comino en grano y la hoja de laurel.

Remueve bien y añade el vino blanco si lo deseas. Cocina todo junto a fuego medio durante unos 15 minutos. Si notas que se seca demasiado, puedes agregar un poco de agua o caldo. Ajusta la sal y pimienta al gusto (ten en cuenta que el chucrut ya suele ser bastante salado).

Montaje y presentación:

Sirve una cama generosa de chucrut caliente en cada plato. Coloca encima dos salchichas bien doradas por persona. Acompaña con una cucharada de mostaza antigua a un lado, para que cada comensal la mezcle a su gusto.

Puedes acompañar este plato con pan rústico o puré de patatas, aunque también funciona muy bien por sí solo, ya que es completo y saciante.

Calorías totales aproximadas del plato:

• 8 salchichas de cerdo frescas (800 g): 1,600 kcal
• Chucrut (400 g): 80 kcal
• Aceite de oliva (2 cucharadas): 180 kcal
• Cebolla: 45 kcal
• Vino blanco (100 ml): 70 kcal
• Mostaza antigua (60 g): 120 kcal

Total: 2,095 kcal

Dividido entre 4 porciones: aproximadamente 524 kcal por ración

Este plato combina el sabor jugoso y especiado de las salchichas con la acidez y frescura del chucrut, equilibrado con la fuerza de la mostaza antigua. Es una receta fácil, rápida y llena de tradición, perfecta para una comida contundente con identidad europea.