Rosquillas de masa de kéfir

Las rosquillas de masa de kéfir son tiernas y sabrosas, pero su masa no es demasiado dulce, por lo cual son ideales para quienes prefieren los dulces con un dulzor leve, para acompañar el té o el café. La receta resulta sencilla y también divertida de hacer, pues las rosquillas tienen una forma inusual. Si tienes niños en casa, puedes pedirles su ayuda, pues les encantará dar forma a la masa y a la hora de comer apreciarán mucho mejor el resultado. Es una receta muy saludable, con todos los beneficios más que probados que nos aporta el kéfir, un súper alimento.

Ingredientes:

Preparación:

1. Retira del refrigerador el kéfir y el huevo 1 hora y media antes de preparar la receta.
2. En un bol, mezcla el kéfir con el bicarbonato de sodio. Revuelve bien y reserva tapado con un paño unos minutos.
3. Agrega el huevo batido, el azúcar, sal y aceite. Bate hasta que tome una consistencia cremosa.
4. Aparte, tamiza la harina en un bol y agrega poco a poco la mezcla líquida, formando una masa. Amasa hasta suavizarla y forma un bollo que no se pegue a las manos.
5. Espolvorea harina en la encimera y extiende la masa con el palote hasta que tenga de 0,6 a 0,8 cm de grosor.
6. Con un cuchillo (o un cortador de pasta) corta tiras de 3 a 5 cm de ancho. A continuación, corta cada tira formando rombos alargados.
7. Para dar forma a las rosquillas, haz una pequeña incisión con el cuchillo en el centro de cada rombo. Después toma una punta y pásala por el agujero. Haz lo mismo con la punta contraria, para obtener una forma con relieve.
8. Vierte aceite en una sartén, espera que se caliente y fríe las rosquillas de ambos lados hasta que se doren ligeramente. Retira y coloca en papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y deja que se enfríen un poco.
9. Espolvorea con azúcar glas.

Si prefieres una rosquilla más dulce, puedes agregar más azúcar. Siguiendo con el proceso, ten en cuenta que cuanto más dulce es la masa, menos tiempo de fritura requiere, es decir, se quema más rápidamente.

Usa un aceite vegetal refinado, pues es más resistente al calor y más saludable. Buenas opciones es el aceite de oliva, de girasol o de uva.

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