Gambas al pil pil

La receta de gambas al pil pil es un plato tradicional de esos que impresionan nada más llevarlo a la mesa. Las gambas son un alimento que nos suele llevar a un estadio superior de sabores, un lujo al alcance de todos. Merece la pena empezar a tratar una materia prima tan delicada de un modo especial, con platos como estos, las gambas van a cubrirse de gloría. El pil pil le dará a este fruto del mar una manera especial de servirlas, con una de las salsas más sencillas de hacer, icónica y asequible para cualquier amante de la cocina o aprendiz con ganas de triunfar. Toma nota de cómo se preparan unas deliciosas gambas al pil pil.

Ingredientes:

Cómo preparar gambas al pil pil:

1. Empezaremos las gambas al pil pil cuidando al máximo el ingrediente principal. Las gambas pueden ser congeladas o frescas, hoy en día podemos encontrar congelados de primera calidad y tenerlas siempre a mano para hacer auténticas delicatesen como este plato.
2. Para pelar las gambas congeladas, mejor que no estén del todo descongeladas, será más fácil quitarles la piel y dejarlas listas. Las pondremos directamente en la sartén en donde las cocinaremos.
3. Este plato tiene un tiempo de cocción relativamente corto, así que lo tendremos listo en un tiempo récord. En la misma sartén cubriremos las gambas de aceite.
4. Añadiremos a la sartén los ajos pelados y cortados en láminas, lo más finas posibles para que se mezclen bien con las gambas.
5. Seguiremos incluyendo las guindillas, puedes cambiar este ingrediente por pimentón picante. Lo importante es darle ese sabor un tanto especial.
6. Por último, les añadiremos el pimentón dulce y la sal. Encenderemos el fuego a una temperatura moderada. Nos interesa que se cocinen con todo el sabor de los ingredientes y que queden lo más tiernas posibles.
7. El punto de cocción es cuando las gambas cambien de color y tengan un aspecto más rosado. Será el momento de retirarlas y preparar la presentación del plato, lo tradicional es ponerlas en un plato de barro.
8. Las gambas deberán reposar unos minutos hasta estar perfectamente listas para comer. Podemos añadir un toque de color con un poco de perejil picado. Este plato es ideal en una cena de tapas o como un entrante de esos en los que apetece mojar pan. Puedes servirlo de forma individual o como plato para compartir.