Costillas adobadas
Las costillas adobadas son un plato típico de la provincia de Ávila. ¿De dónde viene este plato? Su origen se remonta a los tiempos de guerra, en los que se crearon técnicas de conservación de la carne, para preservarla y comer durante las épocas más difíciles, o en los días de invierno.
En Estados Unidos y Argentina, las costillas adobadas son un pato muy popular. Esto se debe a su exótico sabor, y a su aroma irresistible. También hay que recordar que las costillas de cerdo están prohibidas en algunas culturas, por su simbología y la higiene del cerdo. Un ejemplo de esto, son las religiones islámicas.
En muchos lugares se complementa este plato con patatas. Con ello se consigue que se aumenten sus beneficios, por la asimilación de nutrientes que tiene esta combinación. Sin embargo, para mantener una elaboración fresca y ligera, se debe tener cuidado de no combinarlo con una gran cantidad de carbohidratos. Lo aconsejable es utilizar más ensaladas con lechugas y vegetales, que otros acompañantes.
Propiedades de las costillas de cerdo
La carne del cerdo hay que tomarla con prudencia en las dietas adelgazantes, ya que la grasa se acumula en zonas específicas del cerdo. Es una carne rica en algunos nutrientes, que aporta la energía necesaria para mantenernos vitales durante el día. Por esta razón, es recomendable consumirlo durante el embarazo o lactancia, ya que evitan el desgaste corporal.
Además, aporta altos índices de hierro, (fácil de asimilar para el organismo), zinc, fósforo, sodio y potasio. Este tipo de nutrientes, mantienen y regulan el funcionamiento adecuado del organismo. También posee complejo de vitamina B, que yudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y los músculos, a mejorar la asimilación de los alimentos y sus nutrientes y a regula y disminuye el estrés y la depresión.
Receta de las costillas adobadas
Ingredientes:
Cómo preparar las costillas adobadas:
- El adobo se elabora colocando en un bol un chorro de aceite de oliva, con la misma cantidad de agua. Remover, y añadir sal, pimienta y el resto de las especias. Mezclar todo muy bien y bañar las costillas en este adobo. Dejar reposar unas horas.
- Cortar el ajo, y sofreírlo en un poco de aceite de oliva.
- Calentar el horno a 200ºC. Meter las costillas en una placa para horno, con un poco del líquido del adobo. A los 15 minutos dar la vuelta y bajar a 190ºC. Dejar hasta que la carne esté tierna, regando con un poco del adobo cada cierto tiempo.