Bildu intenta salvar el único obstáculo para tener a Otegi en el Congreso: «Le horroriza vivir en Madrid»
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EH Bildu tiene constancia demoscópica de que la inclusión de Arnaldo Otegi en las listas de las próximas generales supondría un espaldarazo para la formación en términos electorales. El impulso necesario para superar al PNV de forma significativa y convertirse en la primera fuerza política del País Vasco. El partido apuesta por esa jugada de presentar a Otegi en las listas para las elecciones del 23J, una vez que ya ha superado su inhabilitación (la cumplió en 2021), y luego relanzarlo a la batalla para convertirle en lehendakari en 2024. Sólo hay un obstáculo: las reticencias personales del propio Otegi, que no termina de ver lo de mudarse a Madrid y los cambios que eso supondría para su tranquila vida en Elgoibar.
«A Otegi le horroriza la idea de vivir en Madrid», explican a OKDIARIO fuentes de la formación abertzale al ser consultadas por ese movimiento, en el que Bildu viene trabajando desde hace ya más de un año. Sólo queda, dicen, convencer al actual coordinador general de que dé el paso.
Desde que la posibilidad está sobre la mesa, el propio Otegi confirmó a su equipo que la idea de concurrir a las elecciones le parecía «audaz» políticamente, pero poco atractiva a nivel personal y familiar. Según él mismo ha explicado a su entorno, le «horroriza» la posibilidad de tener que residir en Madrid, transitar por las calles, ser reconocido o increpado.
Eso es lo que imagina Otegi que supondrá vivir en Madrid, aunque sólo sea entre semana. Tener a los medios de comunicación pendientes de su agenda, de preguntas incómodas y de, posiblemente, tener que disponer de escolta policial por parte del Ministerio del Interior. Incomodidades que no sufriría de seguir residiendo en Elgoibar, una tranquila localidad guipuzcoana de apenas 12.000 habitantes.
Otegi ya sabe lo que es residir en Madrid, pero en condiciones muy diferentes a las que lo haría en calidad de diputado. Conoce varias de sus cárceles, concretamente las de Soto del Real, Estremera y Navalcarnero, donde ha cumplido diferentes periodos por ser integrante del órgano de dirección de Batasuna, el brazo político de ETA.
Decisión inminente
Todas esas reticencias son las que han provocado que, a día de hoy, la llegada de Otegi a las listas de EH Bildu no sea una realidad. Y el tiempo corre: la decisión debe estar tomada antes del 19 de junio, cuando la Junta Electoral Central cierra el plazo de presentación de candidaturas para proclamarlas oficialmente y publicarlas dos días después.
En la otra parte de la balanza, la del rédito político, EH Bildu tiene datos demoscópicos que apuntan a que la figura de Otegi puede ser el revulsivo que necesita la formación para dar el sorpasso definitivo al PNV. A los nacionalistas vascos ya les ha llegado la onda de este posible movimiento y, según ha sabido OKDIARIO, ha generado cierta intranquilidad. Primero, por los efectos de cara al 23J, y luego, por el impulso electoral que eso pueda darle a las elecciones vascas de 2024. Y es que el viaje del coordinador de EH Bildu a Madrid tendría fecha de caducidad: la de las elecciones vascas, cuando la formación le recuperaría de candidato.
La clave está en el tercer escaño que EH Bildu, por cálculos internos, cree que podría obtener en la provincia de Guipúzcoa. Una provincia donde en 2019 encabezaron la lista dos pesos pesados de la acción de los proetarras en el Congreso: la portavoz, Mertxe Aizpurua, y el diputado Jon Iñarritu, uno de los más activos en cuanto a iniciativas y preguntas parlamentarias presentadas se refiere.
Bildu, con cinco diputados actualmente, casi considera seguro que obtendría un sexto diputado arrebatándoselo a Podemos en la provincia, por lo que estos tres nombres tendrían garantizado seguir formando parte del equipo de Bildu en el Congreso. De hecho, también se valora la posibilidad de que Otegi sea quien ponga nombre a ese tercer escaño en disputa.
Tirón electoral
Con 1.399 concejales electos y 366.202 votos, Bildu se ha convertido en el partido más votado en el País Vasco y en el sexto de toda España en los últimos comicios municipales. Un subidón de moral que ha provocado que los abertzales se hayan venido arriba y quieran presentar a su líder Otegi en las listas. Pese a su pasado como condenado por pertenencia a ETA, algo que ha provocado polémica en la campaña del 28M con los 44 etarras que fueron en listas, la figura de Otegi ha sido suficientemente blanqueada como «hombre de Paz».
Uno de los socialistas encargados de dulcificar la figura de Otegi ha sido el ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien aplaudió su «contribución decisiva» para lograr «el fin de la violencia».
«Siempre debemos ser leales con la verdad y valorar los hechos. Yo siempre soy partidario en democracia de la generosidad. Incluso con aquéllos que más han podido ofender la democracia», advirtió Zapatero en 2021 para rehabilitarle de cara a la opinión pública -al menos, a la socialista-.
En Bildu saben del tirón que tiene Otegi entre la sociedad vasca. Y de la importancia de aprovechar el auge electoral y la simpatía que genera su líder tras el blanqueamiento de Sánchez a la banda terrorista, para allanar el camino hacia la lehendakaritza en las elecciones autonómicas que se celebrarán el año que viene. La victoria de los abertzales en Vitoria y Guipúzcoa el 28M, poniendo en jaque la hegemonía que durante muchos años ha tenido el PNV, hace pensar que puede haber un vuelco en el País Vasco. Algo que preocupa a los de Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu, que ven peligrar el poder que ostentan y convertirse en residuales en algunos puntos del País Vasco en los que Bildu ha demostrado que puede ser una fuerza útil gracias a sus pactos con el PSOE.