Solomillo relleno
La receta del solomillo relleno es perfecta para vestir nuestra mesa en épocas especiales. Es un plato fácil de preparar, pero muy complejo en cuanto a su sabor. El relleno va un poco al gusto de cada persona pero en este caso te proponemos un solomillo relleno con ingredientes que seguramente tienes en la despensa. Toma nota de esta receta tan especial y festiva, seguro que la prepararas en más de una ocasión.
Ingredientes:
Cómo preparar un solomillo relleno
- Es importante escoger unos buenos solomillos de cerdo. Hay que pedir especialmente este tipo de carne para rellenar. Seguramente os darán la carne abierta y preparada para poder rellenarla. Tendremos dos piezas grandes de solomillo.
- Se extiende el solomillo sobre una superficie plana y se salpimienta.
- En la primera pieza empezamos a montar el relleno. Extendemos las lonchas, primero la de jamón serrano, encima unas nueces troceadas, un poco de manzana cortada a dados y las pasas.
- En la segunda pieza pondremos las lonchas de queso, las de jamón york y en el centro unas tiras del pimiento rojo asado.
- Enrollaremos las dos piezas hasta formar un rollo perfecto. Utilizaremos un poco de hilo para poder mantenerlas unidas y evitar de esta manera que el relleno se escape. Apretaremos bien a lo largo y a lo ancho de nuestro solomillo.
- Dispondremos el solomillo en la placa de horno para poder cocinarlo.
- Le pondremos unas hojas de laurel, el vaso de aceite y de vino blanco por encima, la zanahoria, el tomate, los ajos y la cebolla. Estas verduras le aportarán el sabor que necesita esta pieza de carne tan exquisita.
- Lo coceremos durante unos 40 minutos al horno. Cuando esté podemos aprovechar las verduras y el liquido que ha quedado para hacer una salsa. Es una manera exquisita de acompañar el plato.
Verás que fácil es hacer un solomillo relleno y lo bueno que queda, vestirá tus noches especiales o comidas de celebración a la perfección. Si quieres más recetas para un día especial, toma nota de estos langostinos cocidos o de estas berenjenas con miel. Podrán ser el entrante que te lleve hasta el menú más delicioso de la historia de tu familia.
