Receta de deliciosos pasteles de chocolate con relleno líquido

Los pasteles con relleno líquido de chocolate, el que fluye al primer mordisco, son una delicia, pero todo depende de su sabor, de la textura de la masa de chocolate y su truco de horneado. Una masa suave, con una cubierta bien crujiente, es la combinación ideal para el relleno cremoso de chocolate.

Este postre se debe hornear cuidadosamente, pues solamente lleva 8 minutos. La cocción es un golpe de horno bien caliente, el que cuece el exterior del pastelito y deja el interior blando y caliente. Cuando el pastel se enfría, el relleno se mantiene tibio, y este contraste de sabores y texturas es una delicia.

Pasteles de chocolate con relleno líquido

Ingredientes para 4 porciones:

Para hacer pasteles individuales, usa 4 moldes de horno redondos de cartón de aproximadamente 6 centímetros de diámetro.

Preparación:

1. Precalienta el horno a 230º C.
2. En una cacerola pequeña, coloca la mantequilla junto con el chocolate cortado en trozos y calienta a baño María hasta que se fundan y se mezclen. Revuelve bien hasta obtener una pasta homogénea y apaga el fuego. Deja que se enfríe un poco mientras continúas la receta.
3. En un bol, bate los huevos con el azúcar hasta que espumen, agrega lentamente la preparación anterior ya fría y, por último, la harina.
4. Mezcla todos los ingredientes y vierte en los moldes individuales.
5. Hornea con el horno precalentado muy caliente. Los pasteles se deben dorar y quedar un poco crujiente por fuera, pero con el relleno líquido. Por eso el tiempo que insume es muy corto, alrededor de 8 minutos.
6. Mantente atento al tiempo y evita que se quemen.
7. Sácalos del horno, sírvelos y espolvoréalos con azúcar glas.

Una vez listos, sírvelos apenas se enfríen un poco, con el exterior frío y el interior aún caliente. Este es el truco para obtener el mejor resultado, que es morder la masa y encontrarse con el chocolate líquido caliente en la boca. Una buena idea es hacer primero la masa, llenar los moldes y dejarlos en reposo, hasta el momento de cocinar, 10 minutos antes de servir el postre. Esto nos resulta sumamente útil cuando tenemos que cocinar con comensales a la mesa, pues solo nos ausentaremos unos minutos para volver con el delicioso postre caliente.

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