Penne con espinacas y salsa verde

• ½ Cebolla
• 2 calabacines medianos
• 200 ml de leche
• 200 ml de nata líquida
• Unas 24 hojas de albahaca fresca
• Aceite de oliva
• Pimienta negra molida
• Sal

Elaboración:

Comenzaremos cortando los calabacines en rodajas no demasiado gruesas. No será necesario que los pelemos. Reservamos.

Pelamos y picamos la cebolla. Reservamos.

En una sartén echamos un dedo de aceite de oliva y cuando esté templado, añadimos la cebolla y dejamos que se poche a fuego bajo durante unos 8-10 minutos. Recomendación: Si tapáis la sartén, ésta sudará y se hará un poquito antes.

Mientras, pondremos una olla con agua y esperaremos a que ésta hierva, cuando lo haga, introduciremos el calabacín y lo escaldaremos, es decir, lo dejaremos unos 30 segundos desde que el agua vuelva a entrar en ebullición. Lo sacamos, dejamos escurrir y lo incorporaremos a la sartén para que se rehogue junto con la cebolla. Dejaremos otros 5 minutos más.

Transcurrido este tiempo, agregaremos la leche, y removeremos durante unos 10 minutos para que, tanto la cebolla como el calabacín absorban parte de ésta. Salpimentamos.

Con la leche bien integrada, añadiremos la nata y moveremos con una cuchara de madera hasta que notemos que nuestro preparado empieza a adquirir una textura más espesa. Recomendación: Tanto la leche como la nata no deben estar muy frías para que al incorporarlas a la sartén no rompan bruscamente el calor que las verduras han adquirido y deben conservar.

Lavamos bien las hojas de albahaca y las picamos con ayuda de un cuchillo afilado. Reservamos.

Cuando el contenido de la sartén haya alcanzado un punto cremoso, lo verteremos en el vaso de la batidora junto a la albahaca picada y trituramos hasta obtener una mezcla uniforme. Reservamos.

Nos ponemos con la pasta, en este caso los penne.

En primer lugar, escaldaremos las espinacas, pero esta vez, para que pierdan algo de su dureza pero nada de su color, en vez de cocerlas, las dejaremos algo más de 30 segundos. Bastarán unos 50-60. De esta forma, conservarán un brillante y apetecible aspecto (y todos sus nutrientes).

Coceremos la pasta siguiendo las indicaciones que nos detallen en el paquete y, mientras ésta se cocina, calentaremos nuevamente en un cazo la salsa en caso de que se haya quedado demasiado fría. Consejo: Si notáis que ésta ha espesado mucho, podéis agregarle un chorrito de leche y pasar de nuevo por la batidora.

Inciso: La cantidad de pasta que hemos empleado está indicada para una ración.

Escurrimos los penne, y los pondremos sobre el plato en que vayamos a servir. Sobre éstos, colocaremos las espinacas y verteremos por encima la salsa verde.

Y ya tendremos nuestros penne con espinacas y salsa verde listos.