Macedonia con yogur light
La macedonia con yogur light es un postre fresco, nutritivo y bajo en calorías ideal para cualquier estación del año. Todo dependerá de las que están de temporada porque ganará con creces la receta si utilizamos las que están en su periodo óptimo de maduración y descartamos aquellas que son de invernaderos o importadas. Os proponemos varias recetas al respecto que son ideales porque son muy digestivas, son muy sana y óptimas para ayudarnos a mantener la dieta. Hay que tener en cuenta que pondremos el yogur desnatado y cambiamos el azúcar por edulcorante o por estevia que es mucho más natural.
Otra de las grandes ventajas que tiene comer macedonia con yogur light es que es muy digestiva y que aunamos las vitaminas que aportan las frutas con el calcio, entre otras propiedades, del yogur. Resulta muy apetecible tanto para mayores como para niños que de esta forma los invitamos a comer las denostadas frutas. Su elaboración es fácil y rapidísima.
Nuestra primera propuesta es con 250 gramos de albaricoques maduros y la misma cantidad de cerezas. Les quitamos el hueso a todas las piezas y las cortamos en trocitos. Las metemos en un cuenco y le ponemos cuatro cucharadas pequeñas de edulcorante o estevia. Cogemos un melón y lo cortamos en daditos, retirando las semillas y los filamentos. Aprovechamos el jugo que va soltando el melón. Lo añadimos al bol, y lo metemos en la nevera para que esté bien fresquito.
Un poco antes de servir para que se reblandezcan, trituramos almendras, nueces o avellanas, según el gusto o lo que tengamos a mano, y las echamos en el cuenco. Le añadimos un yogur natural desnatado y el zumo del melón. Ya la tenemos lista para consumir. Eso sí, si no hay niños en la mesa, recomendamos regarla con brandy o con licor de cereza.
Otra alternativa más de temporada para hacer macedonia con yogur light es elaborarla con una pera y una manzana que cortamos a cuadraditos; un plátano a rodajas finas y los gajos de una naranja que podemos poner enteros o en dos mitades. Lo mezclamos todo en un cuenco con varias cucharadas de edulcorante y estevia. Y para que no se estropeen las bañamos con el jugo de medio limón. Lo metemos en el frigorífico para que alcance una temperatura ideal, y cuando vayamos a servir ponemos un yogur natural desnatado. La presentamos en copas de cristal para hacerla el postre más atractivo.