Croquetas de espinacas con toque de queso azul

Las croquetas son una comida muy popular en todo el mundo, pero ¿de dónde vienen? La historia de las croquetas se remonta a los primeros tiempos de la historia de la alimentación. Los antiguos egipcios comían una comida llamada ta’miyya, que eran unas bolas de harina fritas hechas con garbanzos, cebolla y especias. Las croquetas también se encuentran en la antigua cocina griega, donde se hacían con trigo, cebolla, pescado, pasas y especias.

Las croquetas llegaron a Europa a través de los viajes de los cruzados, y se hicieron muy populares en los siglos XVI y XVII. Se hicieron populares como una comida barata y fácil de preparar, y se convirtieron en una comida habitual en los hogares europeos. Durante el siglo XIX, los franceses desarrollaron su propia versión de las croquetas, que se conoce como croquettes de poulet. Estos ricos bocados eran una mezcla de pollo, pan rallado y condimentos, generalmente fritas en abundante aceite.

Durante el siglo XX, las croquetas se volvieron aún más populares en todo el mundo, y se hicieron populares en Gran Bretaña, Estados Unidos, España y otros países. En Estados Unidos, las croquetas se convirtieron en una comida favorita de los niños, y hoy en día se pueden encontrar en casi todos los restaurantes. Las croquetas han evolucionado desde sus primeros días como una comida sencilla y barata. Hoy en día, se pueden encontrar croquetas con una variedad de sabores y condimentos, y se han convertido en un plato básico de la cocina internacional. Si te gustan las croquetas, ¡no te pierdas la oportunidad de probarlas!

Ingredientes:

Preparación:

1. Corta la cebolla y sofríela con un poco de aceite de oliva.
2. Agrega las espinacas frescas y saltea un par de minutos.
3. Añade un chorrito de nata o crema de leche y deja cocinar unos minutos más.
4. Retira del fuego y añade el queso azul. Mezcla bien.
5. Bate los huevos en un recipiente y añádelos a la mezcla anterior.
6. Añade sal y pimienta al gusto.
7. En un plato, coloca el pan rallado.
8. Con ayuda de una cuchara, forma unas pequeñas croquetas con la mezcla anterior y pásalas por el pan rallado.  
9. Calienta aceite en una sartén y fríe las croquetas hasta que estén doradas.
10. Retira las croquetas y colócalas en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
11. Sirve calientes y disfruta de la receta.

Como acompañante ideal para estas croquetas caseras, puedes elegir una rica salsa alioli. Aunque puedes optar por salsas industriales, siempre lo mejor es hacer en casas tu propia salsa alioli, el resultado merecerá la pena.