Trucos de cocina

Los carniceros alertan sobre el error que cometemos todos al freír la carne con aceite

freír carne
Blanca Espada

En la cocina hay costumbres que todos tenemos adquiridas porque de hecho pasan de generación en generación. Una de las más extendidas consiste en echar un poco de aceite en la sartén, ya sea de oliva o girasol, para freír la carne. De hecho, muchos lo hacemos casi sin pensarlo, convencidos de que así conseguiremos que la carne quede jugosa y con buen sabor. Pero varios carniceros están rompiendo este mito y advierten: este gesto tan habitual puede estar jugando en contra del resultado final.

En redes sociales, especialmente en TikTok, algunos profesionales del sector han decidido dar un paso al frente para explicar por qué no deberíamos usar aceite al cocinar carne a la plancha. Son expertos, saben de carne, escuchan a sus clientes, prueban cortes y conocen de memoria cómo reacciona cada trozo o cada tipo de carne. Y su mensaje es claro: si quieres sacar el máximo sabor a la carne, hay un método mejor que freírla con aceite. Los expertos explican que aceite es una grasa vegetal, y la carne ya contiene grasa animal. Al juntarlas, en lugar de complementarse, se neutralizan. El resultado es un sabor más plano, menos intenso. Lo que proponen es cambiar el aceite por la propia grasa del animal, un truco que, según ellos, marca la diferencia desde el primer bocado.

El error que cometemos todos al freír la carne con aceite

Al poner un filete en la sartén con un chorro de aceite, este se queda en la superficie como una película que aporta su propio sabor. Si es de oliva, deja ese toque afrutado y un puntito amargo; si es de girasol, el gusto es más suave pero igualmente reconocible. ¿El problema? Que ese sabor extra se mezcla con el de la carne… y muchas veces lo tapa. En cortes buenos, como un entrecot de vaca madurada, cada matiz cuenta, y no merece la pena perderlo por seguir la costumbre.

Otro detalle que muchos pasan por alto es que el aceite coge temperatura muy rápido. Tanto, que la parte exterior puede dorarse antes de que el interior llegue al punto que queremos. En piezas gruesas esto es un desastre: por fuera parecen hechas, pero por dentro quedan frías o poco hechas, y si las dejamos más tiempo, se secan.

El truco que usan los carniceros para potenciar el sabor

La solución que proponen los expertos es casi de sentido común. Si la carne ya trae su propia grasa, ¿para qué añadir otra? En la carnicería es fácil conseguir un trozo de esa grasita que muchos recortan y tiran. Basta con ponerlo en la plancha caliente y esperar a que se derrita. Esa grasa fundida se convierte en un aceite natural que no solo cocina la pieza, sino que potencia su sabor.

El proceso es rápido y no tiene misterio: plancha bien caliente, grasa encima, unos segundos para que se funda y, cuando la superficie brilla, va la carne. El aroma que se desprende recuerda a una parrilla de asador, y la textura final es mucho más jugosa. Incluso un corte sencillo gana puntos con este método.

Qué piezas funcionan mejor con este método

Aunque este truco se puede aplicar a casi cualquier corte, hay piezas en las que el cambio es especialmente notable. El entrecot, el chuletón y la picaña son ejemplos perfectos, ya que tienen un equilibrio natural entre carne y grasa. Incluso cortes más magros, como el solomillo o el lomo bajo, ganan en sabor si se cocinan con un poco de grasa del mismo animal.

Los carniceros también recomiendan este método para hamburguesas caseras hechas con carne picada de calidad. En este caso, si la mezcla incluye un porcentaje adecuado de grasa, no será necesario añadir nada más a la sartén: la propia hamburguesa soltará lo justo para cocinarse.

Consejos para lograr el punto perfecto

Usar la grasa del propio animal es solo una parte del proceso. Los expertos insisten en otros detalles que marcan la diferencia:

  • Temperatura de la plancha: debe estar caliente antes de poner la carne, pero no humeante en exceso.
  • No mover la carne constantemente: dejarla unos minutos por cada lado favorece una costra dorada y retiene los jugos.
  • Salar en el momento adecuado: muchos prefieren hacerlo al final para evitar que la sal extraiga demasiado líquido durante la cocción.
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    En definitiva, el truco que hemos explicado y que comparten los cocineros en las redes sociales, no requiere ingredientes especiales ni técnicas complicadas. Lo único que se pide es que prestemos un poco de atención a la materia prima y aprovechar todo lo que tiene para ofrecer. Así que la próxima vez que vayas a freír un filete, quizá te lo pienses dos veces antes de echar mano del aceite. Puede que descubras que, a veces, lo mejor es aprovechar precisamente lo que sobra.
    @lamadurada ¿COCINAR CON ACEITE? #aceite #grasa #chuleton ♬ sonido original – La madurada

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