Elecciones 28M

Vox exigió Agricultura sin poner un nombre sobre la mesa y Guardiola replicó que ella tenía «al mejor»

Vox Guardiola
María Guardiola (PP), Ángel Pelayo y Jorge Buxadé (Vox)

Vox exigió asumir la Consejería de Agricultura en Extremadura a pesar de no tener pensado ningún nombre para ocupar dicha cartera. Mientras, María Guardiola tenía «claro» qué personalidad, «con prestigio en la materia», desempeñaría este rol en su hipotético futuro Ejecutivo regional. Una circunstancia en la que los populares encuentran el «mejor ejemplo» para explicar las «dificultades» a las que se han tenido que «enfrentar» estas últimas semanas en Extremadura para tratar de hilvanar una propuesta de cambio «real, seria y sólida». «Guardiola tenía al mejor candidato posible para asumir esa responsabilidad. Vox exigió la Consejería a pesar de ni siquiera saber quién podría ser su elegido para dicha tarea. Una postura muy alejada del consenso y, sobre todo, del cambio con garantías», explican fuentes del PP.

«La idiosincrasia política de Extremadura exige abordar el tema conociendo el terreno. Por eso delegamos las negociaciones en la sede regional y en el equipo de María Guardiola, quien sí tiene en la cabeza los perfiles a los que quiere integrar en su Gobierno. Todos ellos, profesionales de prestigio y garantía», relatan desde el PP. «Que una de las dos partes no haya tenido tan claras las particularidades de la región y el mandato real de las urnas ha hecho aflorar las discrepancias que se estaban acumulando en el trasfondo de las negociaciones. El asunto de la Consejería es un ejemplo, de tantos, muy gráfico para entender lo ocurrido», aseveran fuentes del PP.

Génova considera que Vox «todavía no ha entendido» que en Extremadura cuenta con una «menor capacidad negociadora» que en otros territorios, «ya que allí obtuvo su resultado más discreto del 28M». El PP reivindica que fue capaz de empatar, con 28 escaños, las elecciones con el PSOE en un territorio «de tradición socialista». «Un resultado seis veces superior al de Vox (5), después de crecer más de 10 puntos respecto a 2019», recuerdan los populares.

Tras sellar el pacto en Valencia, donde PP y Vox han llegado a un acuerdo para gobernar en coalición, los de Abascal no tardaron en anunciar que también querían formar parte del futuro Gobierno de Extremadura. Una petición que la popular María Guardiola rechazó desde el principio al considerar que, con tan sólo cinco diputados y el 8% del voto, Vox no contaba con la representación suficiente como para exigir algo de tanto calado.

Durante las negociaciones, el PP ofreció a los conservadores la Presidencia de la Asamblea, una Secretaría en la Mesa del parlamento extremeño y la elección del senador autonómico. Una oferta que el equipo de Guardiola calificó como «generosa» si se tenía en cuenta el «discreto» resultado de Vox en las urnas, mientas que los de Abascal aseguraron que era una propuesta «insuficiente». Un desacuerdo que derivó en un bloqueo que sirvió en bandeja el control de la Asamblea a la izquierda. Mientras que PP y Vox no aunaron fuerzas para lograr mayor representación en el órgano rector, Podemos cedió sus cuatro escaños al PSOE para que el bloque de la izquierda retuviera la mayoría en la Mesa.

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