Tomates con ajo y aceite

La sencillez de los tomates con ajo y aceite no pasará nunca de moda, una ensalada fácil y rica que se prepara en un periquete y siempre gusta. Los tomates son bajos en calorías tiene 22 por cada 100 gramos, aportan mucha vitamina A y fibra. El ajo ya se usaba hace 4000 años, los egipcios lo tomaban para reponer fuerzas. Los ajos contienen alicina, uno componente azufrado con múltiples beneficios. En otro artículo de Okdiario-recetas hicimos ensaladas de verano, hoy otra más con tomate y ajo.

Propiedades del tomate y el ajo

El ajo pertenece a la misma familia que la cebolla o los puerros tiene alicina la sustancia que le da su característico olor penetrante. Numerosos estudios han verificado los efectos beneficiosos de la alicina para disminuir el colesterol en sangre, así como ayudar a regular la tensión alta, además tienen efectos analgésicos para aminorar el dolor muscular. Los ajos aportan 119 calorías por 100 gramos y 4.3 gramos de proteínas. Contienen un pequeño aporte de vitamina B3 y 17 mg de calcio.

El tomate es originario de América del Sur, llegó a España después en el siglo XVI pero no se extendió hasta el siglo XVIII. Como pasa con muchas plantas que tienen frutos vistosos, la tomatera se plantaba como planta ornamental pero se creía que sus frutos eran venenosos. La gente no se atrevía a comerlos, pero seguramente algunos animales lo hicieron y la gente se dio cuenta que no eran tóxicos. Con el tiempo, al darse cuenta que el tomate no tiene nada de venenoso su consumo se extendió, en España y el resto de Europa.

Los tomates son bajos en calorías tienen 22 cada 100 gramos. Aportan mucha vitamina A 217 ug, y 26 mg de vitamina C. Además contienen 242 mg de potasio y 5.70 ug de vitamina K. Entre los antioxidantes destaca un caroteno llamado ‘licopeno’ que está presente en las frutas de color rojo como el pimiento y la sandias. Esta sustancia antioxidante ha mostrado beneficios en la prevención del cáncer de próstata.

Receta de tomates con ajo y aceite

Ingredientes

Aliño

• Aceite de oliva virgen extra
• Vinagre de vino

Preparación

2. Los tomates tienen que estar a temperatura ambiente, si están fríos afecta al aroma y sabor. Lava, escurre y corta los tomates en rodajas.
3. Corta los ajos también en rodajas y deposítalos en un recipiente pequeño, añade cuatro cucharadas de aceite de oliva sobre los ajos y deja que reposen unos minutos. De esta forma aromatizamos el aceite que luego usaremos en el tomate.
4. Añade los ajos y el aceite sobre las rodajas de tomate y sazona con sal y pimienta y un poco de vinagre. Remueve la ensalada para que se combinen los sabores.

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