Sopa picante de mejillones
La sopa picante de mejillones es un entrante que sorprende por su sabor y textura. Se trata de una sopa fuera de lo común que nos permitirá ofrecer a nuestros invitados algo especial o darnos un capricho de lo más original. Los mejillones son un tipo de marisco muy utilizado en todo tipo de recetas, normalmente actúan como complementos, pero en este caso, se convertirán en los auténticos protagonistas de una receta con mucho sabor. Los platos de cuchara son elegantes por naturaleza, con un toque picante y un poco de pan tendremos en nuestra mesa la combinación perfecta. Atrévete a preparar una sopa picante de mejillones, digna del mejor restaurante de primera línea de playa.
Sopa picante de mejillones
Ingredientes:
Cómo preparar sopa de mejillones picante
- En una cazuela con un buen chorrito de aceite de oliva empezamos a preparar la sopa de mejillones picante. Pelamos y picamos la cebolleta, o chalota, lo que tengamos a mano, se trata de conseguir un fondo dulce para esta gama de sabores.
- Ponemos a pochar la cebolleta, hasta que empiece a estar tierna. Será el momento de incorporar el tomate pelado y picado, lo ideal es que esté sin semillas, para que nos quede una sopa mucho más fina.
- Mientras se cocina este fondo de verduras, iremos preparando los mejillones. El primer paso, será limpiarlos bien. Seguidamente, los colocamos en una olla con un poco de agua y sal. Tapamos la olla y esperamos a que se abran. Será el momento de retirarlos del fuego. El caldo de este proceso lo colaremos y reservaremos.
- Volvemos al sofrito, le añadimos la salsa worcestershire y la mostaza. Para darle un sabor afrutado ponemos el vino blanco. Dejaremos que todo reduzca.
- Picamos perejil fresco y lo incorporamos a la sopa con un poco de azafrán para darle color. En este punto le ponemos la cayena y el chile rojo, dependiendo de nuestro nivel de tolerancia al picante podemos ponerle más o menos. Lo mejor es empezar por poco e ir aumentando el nivel a medida que vayamos probando este plato.
- Añadimos un poco de caldo de la cocción de los mejillones. Cuando esté todo bien ligado, retiramos del fuego. Servimos con los mejillones por encima y un poco de perejil picado.
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