Receta de magdalenas de queso

Estas magdalenas de queso son una de esas recetas que debemos tener siempre en un imán colgada en la puerta de la nevera. Este dulce se cocina con unos pocos ingredientes y queda de panadería. Levantarse con estas magdalenas de queso recién hechas y un café en la mesa es la mayor prueba de amor que existe. Un desayuno que puede llegar a la merienda de la mano de un chocolate a la taza. Si te apetece algo dulce, pero no eres ningún experto en la cocina, toma nota de la receta de magdalenas más fácil que existe.

Ingredientes:

Cómo preparar unas magdalenas de queso

1. Las magdalenas son una alternativa muy recomendable si tenemos poco tiempo. Un bizcochito que estará cocinado en 20 minutos y nos hará disfrutar al máximo acompañado de cualquier bebida dulce.
2. Encenderemos, en primer lugar, el horno. Debe estar caliente para recibir a las magdalenas, lo pondremos a 180º para que se caliente mientras hacemos la masa.
3. La parte más complicada de esta receta será buscar todos los ingredientes. Empezaremos con los huevos, los batiremos con al azúcar, esta base será la que les dé a las magdalenas su esponjosidad.
4. Cuando haya doblado su tamaño será el momento de ir incorporando el aceite de girasol. Vamos a ponerlo poco a poco sin dejar de batir.
5. Con el aceite en la masa, será el turno de la nata. La ponemos con cuidad hasta que quede una masa esponjosa dulce y de color pálido.
6. Vamos poniendo poco a poco la harina tamizada con la levadura. Esta masa sería la tradicional de unas magdalenas, a partir de la cual le daremos sabor.
7. En el momento en que tenemos la harina bien integrada, será el turno del queso para untar. Le dará a la masa un sabor y una textura muy característica que combinará a la perfección con la nata.
8. La masa estará lista cuando estén todos los ingredientes perfectamente mezclados. Preparamos las capsulas, ponemos la masa. No las rellenamos del todo, solo la mitad, sabiendo que subirán en el horno por efecto de la levadura.
9. A 180º tardarán unos 20 minutos en estar perfectas. Retiramos las magdalenas del horno y esperamos a que se enfríen, las decoramos con azúcar glass. Tendremos listo el mejor desayuno del mundo en un abrir y cerrar de ojos.